Magnífico éxito el que ha cosechado el Surne Bilbao Basket este sábado en Miribilla. El conjunto de Jaume Ponsarnau ha tumbado (76-72) al potente Gran Canaria en un ejercicio absoluto de fe en sus posibilidades. Tras dominar los tres primeros cuartos pese a jugar muy exigido por el gran potencial físico de la defensa insular, los anfitriones han dado lo mejor de sí mismos en el momento en el que parecía que el partido se les ponía muy cuesta arriba. El 54-62 a 6:46 del final tras un parcial de 2-11 para arrancar el acto final parecía la crónica de una derrota anunciada, pero ha sido entonces cuando los ‘hombres de negro’ se han revuelto contra la tiranía de la lógica.

Ludde Hakanson, extraordinario partido el suyo con 27 puntos, ha abierto la remontada con un triple, Denzel Andersson y Álex Reyes han seguido por su misma senda y el 65-70 a 2:30 de la última bocina ha dejado un resquicio para el más difícil todavía. Y lo mejor estaba por llegar. A base de coraje y trabajo, los anfitriones han cerrado a cal y canto su aro, Andersson, con dos tiros libres, le ha dado la vuelta a la tortilla y Hakanson, con un triplazo que ha provocado el éxtasis en Miribilla, ha dibujado el 74-70 a 19 segundos del final. En la siguiente jugada, la defensa bilbaina ha defendido bien el intento de triple de AJ Slaughter y Adam Smith le ha puesto la guinda al pastel desde la línea de tiros libres.

La victoria bilbaina no solo rebosa mérito por la identidad del rival, que lucía un sobresaliente balance de 7-2 hasta este partido, sino porque ha llegado jugando con un guion áspero, a priori no propicio para sus intereses. Los de Jaka Lakovic han bajado las revoluciones del partido y han evitado cualquier conexión con el juego interior en las filas locales, cerrando su zona a cal y canto. De hecho, los visitantes, haciendo valer su físico y la gran envergadura de sus interiores, han dominado las estadísticas referentes a puntos en la ‘pintura’ (14-34) y puntos de segunda oportunidad (3-15), pero los anfitriones han esgrimido un magnífico 13 de 30 (43%) en triples, con Smith, Andersson, Reyes y Nikola Radicevic respaldando al colosal Hakanson.

Ritmo pausado

Aplicado y serio en defensa y con recursos variados en la faceta ofensiva, el conjunto anfitrión arrancó el partido de manera notable (12-5) ante un rival que quiso hacer valer los centímetros de Balcerowski en las cercanías del aro. Con Smith especialmente entonado desde la larga distancia (8 puntos), Lakovic tuvo que parar el partido con el 17-7 a 4:18 de la conclusión del acto inaugural. Su tiempo muerto fue productivo, ya que el flujo anotador del Bilbao Basket quedó frenado con la segunda unidad en escena y al término de los diez minutos iniciales se llegó con un 20-16 y con Salvó luciendo con su nivel de actividad.

Con Damien Inglis haciendo daño con sus jugadas cerca del aro rival que tanto disfrutó la afición de Miribilla la pasada temporada pero en esta ocasión sufrió con el uniforme del rival, el Gran Canaria igualó la contienda a 7:37 del descanso (22-22). El nivel físico del conjunto insular obligaba a los locales a jugar incómodos, muy exigidos y demasiado lejos de la canasta, teniendo que afrontar tiros forzados que solo Hakanson convirtió. Así las cosas, las constantes vitales del encuentro no tardaron en cambiar, jugándose un partido más áspero que es lo que los visitantes proponían, pero el base sueco, con dos triples seguidos, no solo mantuvo a los suyos al frente de las operaciones (32-27) sino que cortocircuitó la intensidad rival para, con la colaboración de Andersson, permitir que el choque llegara a su ecuador con un interesante 35-29 tras un parcial de 11-2.

Alternancias 

En la reanudación, Hakanson, quién si no, devolvió al Surne Bilbao Basket su mayor renta del duelo, un 39-29 que incluso pudo ser superior, pero la retaguardia del Gran Canaria permitía las alegrías justas, sobre todo en las distancias cortas e intermedias. Con el partido jugándose a un ritmo lentísimo, cada punto costaba una fortuna. Los visitantes, con dos triples de Bassas y Brussino, se acercaron hasta el 41-38, Radicevic, con otros dos misiles de larga distancia, volvió a estirar el chicle (49-42), pero entre un par de tiros libres fallados por Sulejmanovic y el buen hacer de Diop debajo del aro los insulares se mantuvieron al acecho.

El 52-51 a diez minutos del final dejaba todo absolutamente abierto. Sin embargo, los de Lakovic no tardaron en llevar el partido a su terreno. Aprovechando las pérdidas de los anfitriones y haciendo valer su mayor riqueza de recursos, incorporaron a su libreto las muñecas de Shurna, Bassas y Slaughter para impulsarse en un abrir y cerrar de ojos hasta un 54-62 que parecía no tener ya vuelta atrás. Los de Ponsarnau se quedaron totalmente secos en ataque y parecía que hasta ahí habían llegado sus fuerzas. Al contrario, lo mejor estaba por llegar. A triplazo limpio, con Hakanson al mando de las operaciones y Miribilla empujando como en las grandes ocasiones, el Surne Bilbao Basket renació para sumar su sexta victoria y consolidarse en la zona media-alta de la tabla.