El Surne Bilbao Basket llega al tramo final de la temporada vivo y con ganas de seguir sumando victorias. Por arriba y por abajo, casi todos se están jugando sus objetivos y visitar al Casademont Zaragoza, que busca ese triunfo que casi le asegura la permanencia, obliga a otro esfuerzo de máxima concentración y seriedad. Álex Mumbrú asegura que su equipo está preparado para ello y para pensar solo en sí mismo en un momento del curso abierto siempre a las suspicacias. Este partido cierra la jornada por lo que los hombres de negro aún sabrán cuántas opciones de jugar por el título les quedan, aunque el técnico ha motivado a sus jugadores recordando que el Príncipe Felipe "es una cancha en la que nos cuesta hacer buenos partidos, con unos y otros jugadores" y también en su fuero interno quedará aquel partido en el que los maños dejaron fuera al Bilbao Basket del play-off con una canasta de Sastre desde su cancha.En todo caso, el deporte exige competir al máximo siempre, aunque el escenario no sea el más propicio. El Zaragoza se impuso con mucha claridad en Miribilla en la segunda jornada en un duelo que no se ha visto reflejado después en la trayectoria de ambos equipos. Los maños fueron a menos, acumularon decepciones y se vieron en una situación complicada, aunque han logrado reaccionar a tiempo con los muchos cambios de cromo que han realizado en los dos últimos meses y ahora dependen de sí mismos. Por su parte, el Bilbao Basket ha ido dando retoques a su idea hasta hallar la tranquilidad con más holgura de la esperada entonces. Curiosamente, lo ha hecho con menos triunfos fuera de casa hasta ahora que la pasada temporada. Ganar hoy supondría el cuarto tras los de Sevilla, Santiago y Lugo y dar un paso grande para acabar entre los diez primeros, algo que permitiría al club, probablemente, ser dueño de algunas decisiones importantes de cara a la próxima temporada.