Al placentero programa de funciones que viene ofreciendo este curso el Surne Bilbao Basket en Miribilla solo le queda la sesión de despedida y cierre de la temporada regular. Hasta el momento han sido 16 comparecencias, de las cuales el público ha salido saboreando el dulce sabor de la victoria en doce. La última de ellas, el miércoles contra el Lenovo Tenerife, permite que los de Álex Mumbrú mantengan viva la caza y captura de esa soñada octava plaza que colocaría la matrícula de honor a una campaña merecedora ya de una calificación altísima.

Sin embargo, para que el baloncesto de 'play-off' regrese al Bilbao Arena y el choque del 15 de mayo contra el Coosur Betis no sea el último delante de la marea negra, al conjunto vizcaino le esperan en el horizonte dos compromisos de elevadísima exigencia a domicilio, donde en los últimos compromisos le ha faltado dar el último golpe de riñón para alcanzar el éxito.

A falta de cuatro choques para la finalización de la temporada regular, tres en el caso de la escuadra vizcaina por ese duelo adelantado contra los de Txus Vidorreta, el Surne Bilbao Basket es décimo y presenta un balance de 15-16. Noveno es el UCAM Murcia (15-15), con el que tiene el average particular perdido, y el equipo a cazar es el Gran Canaria, octavo con 16-14, con el que el empate final en la clasificación favorecería a los de Mumbrú.

La misión no es en absoluto sencilla, pero los últimos éxitos bilbainos han aumentado las probabilidades de éxito y permiten que las dos siguientes salidas a Zaragoza y Barcelona alcancen un enorme nivel de trascendencia. Si algo vienen demostrando los hombres de negro desde que dejaron ya atada la permanencia es que les va la marcha, que son ambiciosos y que la posibilidad de luchar por algo que en el amanecer del ejercicio no entraba en las previsiones ni del aficionado más optimista les motiva y les espolea.

TRES VICTORIAS FUERA

Para ello, tendrán que mejorar sus prestaciones de los últimos tiempos como visitantes. No es que el conjunto vizcaino solo sume en el presente curso tres victorias lejos de Miribilla (contra Coosur Betis, Monbus Obradoiro y Río Breogán, la última de ellas el 12 de marzo), sino que las dos últimas oportunidades que ha tenido para echar el lazo a victorias a domicilio de gran importancia se han escurrido entre sus dedos.

En Fuenlabrada y en Gran Canaria, el Surne Bilbao Basket llegó en ventaja a los minutos de la verdad, pero fueron sus propios errores los que acabaron decantando la balanza del lado del rival. El pulso de cirujano del que viene haciendo gala el equipo de Mumbrú cuando juega delante de su público ha temblado más de lo deseado lejos de casa, algo habitual por otro lado.

El próximo reto llegará el domingo con la visita a un Casademont Zaragoza en plena lucha por la permanencia aunque en una situación mucho mas desahogada que hace un par de semanas (13º, balance de 11-19 y dos victorias sobre la zona de descenso). El conjunto que entrena Dragan Sakota desde la destitución de Jaume Ponsarnau se ha visto revitalizado desde la llegada del base Frankie Ferrari y lleva una racha de tres victorias consecutivas: en casa ante Obradoiro y Barça y fuera contra Breogán.

Posteriormente, el 10 de mayo, martes, llegará el más difícil todavía con la visita al Palau Blaugrana. Para entonces, podría darse el caso de que el conjunto de Sarunas Jasikevicius tuviese ya atada la primera posición de la temporada regular y parte de su mente centrada en la Final Four de la Euroliga (actualmente disputa la eliminatoria de cuartos de final contra el Bayern Múnich).

El Surne Bilbao Basket necesita salir bien parado de esas dos salidas para mantener vivo el sueño de la octava posición. Jugársela en casa en la última jornada contra el Coosur Betis sería, sin duda, una fantástica noticia.