Hace ya mucho tiempo que Kostas Vasileiadis (15-III-1984, Salónica) tiene claro que cuando su carrera como finísimo francotirador llegue a su fin buscará un futuro como entrenador. Ese día cada vez está más cerca, pero aún tendrá que esperar. A sus 38 años, el alero griego, uno de los exjugadores del Bilbao Basket más venerados por la parroquia del Bilbao Arena después de su exitoso periplo de tres cursos en el club vizcaino (2010-13), visitará Miribilla el próximo sábado con el UCAM Murcia.

Su protagonismo en las filas de los de Sito Alonso no está siendo muy elevado (2,4 puntos de media en 19 partidos), pero tiene un plan:"Tal y como va este año, no quiero retirarme porque me siento bien. Veo que mi cuerpo aguanta y creo que voy a jugar una temporada más, hasta que me saque el título superior de entrenador -ahora mismo cursa 'online' los dos primeros cursos de la Federación Española- para así estar preparado y empezar directamente a trabajar. No sé si será aquí o en otro país, pero la idea es seguir jugando".

Dentro de su hoja de ruta mental, Vasileiadis no se ve empezando como preparador de cantera. "Lo tengo bastante claro y pienso que puedo hacerlo bien directamente en un nivel más alto. Me gustaría empezar así, aprender un año o dos y después entrar ya como primer entrenador", admite.

ENTRENADOR DE TIRO EN MURCIA

De momento, realiza 'prácticas' en Murcia. Desde hace meses, dirige sesiones de entrenamiento de tiro, su gran especialidad, para jugadores de la cantera del club. Al principio empezamos a trabajar con un chico turco, Hamza Mestoglu, que tiene muchísimo talento, un 'tres-cuatro' que no tiraba y cuando lo hacía utilizaba una mecánica muy lenta. Me pusieron a trabajar con él en una o dos sesiones por semana, pasaba entre una hora y media y dos para ayudarle a cambiar el tiro, mejorar las piernas€ Cosas de tiradores, cosas en las que puedo ayudar. Ahora han entrado dos o tres chicos más del equipo de Liga EBA y están mejorando bastante. Eso me gusta mucho", dice.

El griego reconoce que tiene clara la filosofía de juego que quiere imponer cuando se haga cargo de una pizarra. "Ya casi nadie juega a 24 segundos y los que lo hacen se ven superados por los que apuestan por el ritmo y la rapidez. Es importante saberlo y entenderlo para ponerlo en práctica bien", destaca, reconociendo que a lo largo de los años ha ido recogiendo conceptos y jugadas de muchos entrenadores para los que ha jugado, destacando a Fotis Katsikaris: "El primer año en Bilbao jugábamos un baloncesto atractivo. Me gustaría hacer eso mismo, mucho ritmo, muchas posesiones, mucho tiro€ En los últimos años el baloncesto ha cambiado, ahora se juega a ritmos y marcadores altos. Eso te puede dar buenos resultados. Por nombrar a otro, empecé con Giannis Sfairopoulos, que posteriormente ha estado en Olympiacos y Maccabi. Trabajaba muchísimo los detalles y la defensa, aspectos del juego que nos hacía aprender y que me van a ayudar de cara al futuro. He tenido tantos técnicos que de casi todos coges algo. Por ejemplo, en mi libro de jugadas tengo una que usaba Moncho Fernández para las transiciones".

JASIKEVICIUS Y MUMBRÚ

De los técnicos actuales, le gusta el movimiento de balón y la intensidad del Barça de Sarunas Jasikevicius y hace años que se fija en el trabajo de Álex Mumbrú: "Ha cambiado mucho con respecto a como era de jugador, es más relajado. Yo quiero hacer lo mismo. Los jugadores estamos un poco locos y cuando haces la transición al banquillo tienes que relajarte un poco porque no es lo mismo. Álex lo está haciendo muy bien".

En ese sentido, es consciente de que el paso de la cancha al banquillo requiere un cambio de chip también en lo referente a las relaciones humanas dentro del equipo, algo que reconoce que para una persona con su carácter cercano y dicharachero puede ser "difícil", aunque con matices. "Por ejemplo, tenemos aquí cuatro o cinco jugadores jóvenes que trabajan con nosotros y soy amigo de ellos. Imagínate que un día eres su entrenador. Tienes que cambiar, tiene que haber un respeto diferente entre jugadores y entrenador. De todas formas, no creo que esa distancia haya que forzarla mucho. El entendimiento y la relación entre técnico y jugadores es muy importante. Soy muy viejo y he visto entrenadores que ponían una distancia muy grande entre ellos y el jugador y normalmente eso no funcionaba. Lo que ahora funciona es que el jugador pueda hablar con el entrenador, dar su opinión. El entrenador tiene siempre la última palabra, pero tiene que escuchar a los jugadores, eso es importante", argumenta.

¿ÚLTIMA VISITA A MIRIBILLA?

Sobre el duelo del sábado, reconoce que para el Murcia será "una final porque queremos estar en el play-off" y no le da vueltas a la posibilidad de que pueda ser su última visita a Miribilla como jugador: "No quiero pensar en eso. Bilbao es mi casa y si no vuelvo como jugador quizás en un futuro lo haga como entrenador". ¿Y si fuera como técnico de los hombres de negro? "Con 16 años soñaba con jugar en el PAOK Salónica, ahora sería un sueño entrenar al Bilbao Basket".