El Surne Bilbao Basket continúa desatado. El conjunto vizcaino ha sumado este domingo su sexta victoria seguida, el séptimo éxito consecutivo como anfitrión, al batir al Unicaja por 83-77 en un duelo que ha dominado prácticamente de principio a fin a pesar de que se le ha complicado en los compases finales. Los de Álex Mumbrú siguen de dulce, han encontrado un patrón de juego basado en la defensa y el ritmo elevado en ataque en el que se sienten cómodos y una vez más han ofrecido una imagen de solidez y compostura dignas de un equipo bien trabajado y con las ideas muy claras.

En el Bilbao Arena han comparecido hoy dos propuestas muy diferentes. Los de Fotis Katsikaris, exigidos por su delicado momento deportivo y con el futuro del técnico griego en el alero, han apostado claramente por las acciones individuales de sus exteriores y por el lanzamiento de tres puntos (38 triples lanzados, pero solo 12 anotados) como vías para hacer daño a los anfitriones, pero su plan de juego ha sido insuficiente. Casi siempre por detrás en el marcador, los visitantes han hecho la goma merced a sus rachas de acierto, pero han sido incapaces de llevar la voz cantante.

Por su parte, los 'hombres de negro' han sido mucho más multidisciplinares pese a la importante ausencia de Valentin Bigote por covid. Han dominado claramente el rebote (47 capturas, 15 en ataque) y han sido capaces de generar puntos y peligro desde todas las distancias. Lo mismo Damien Inglis, brillante, ha hecho daño en el poste que Jeff Withey y Ángel Delgado, enormes, se han mostrado dictatoriales en ambas zonas, Rafa Luz ha penetrado con filo hacia el aro o Ludde Hakanson ha activado su muñeca. Un equipo con mayúsculas que solo ha tenido el lunar de los tiros libres (13 de 23) y de las pérdidas de balón (17), circunstancias ambas que han hecho posible que el rival llegara con un hilo de esperanza hasta los compases finales.

CONTROL

El Unicaja arrancó el partido queriendo activar a Axel Bouteille al poste contra Álex Reyes, incluido en el quinteto inicial por la baja de Bigote, pero fue el conjunto anfitrión el que primero cogió vuelo en el marcador (16-10) gracias precisamente al acierto en el tiro del alero y al magnífico trabajo de Delgado debajo del aro. Los de Katsikaris, sin embargo, sujetaron sin mayores problemas la mirada de su rival. Activaron su batería de fusileros exteriores de la mano de Bouteille y Darío Brizuela, adelantaron líneas defensivas con la entrada en escena de Alberto Díaz y recuperaron el terreno perdido (16-18). Los de Mumbrú ya no encontraron tantas facilidades en escena, pero bastaron dos chispazos de Hakanson para que lograran terminar en ventaja el primer acto (23-21).

Y con el sueco en estado de gracia, Inglis brillante en ambas canastas y una buena defensa, la renta no tardó en subir hasta el 30-21 a ocho minutos del descanso. Katsikaris detuvo el partido y el Unicaja se agarró a los triples de Jaime Fernández y Tim Agromaitis, demasiado liberado en la esquina, para no despeñarse. Esa fue la dinámica que se instauró hasta el descanso, porque el Surne Bilbao Basket, jugando con mucho ritmo, volvió a ampliar su ventaja hasta los dobles dígitos gracias al imparable Delgado (39-29), los malagueños aguantaron con Abromaitis enchufadísimo (14 puntos en los dos primeros cuartos) desde la distancia de tres puntos (41-36) y al ecuador de la contienda se llegó finalmente con un 46-38 más que interesante para los anfitriones.

TRIPLES CONTRA JUEGO INTERIOR

En la reanudación, como era esperado, Unicaja se enfocó en el triple (21 lanzados ya en la primera parte) como forma de subsistencia, pero los anfitriones mantuvieron su situación de privilegio gracias a su superioridad en el juego interior personificada en el buen hacer de Inglis. En el momento en el que el acierto exterior de los malagueños bajó, el Surne Bilbao Basket llevó su máxima ventaja hasta los doce puntos (62-50) en el tramo final del tercer cuarto, consiguiendo llegar a los diez minutos finales con un esperanzador 64-53.

El Unicaja metió toda la carne en el asador, el juego ofensivo bilbaino se atascó y la inquietud llegó con una falta antideportiva de Luz tras pérdida de balón a 7:27 del final. Los malagueños se acercaron hasta el 64-57 y se vieron en disposición de darle la vuelta al partido. Delgado lideró la resistencia y el 69-59 a cinco minutos del final parecía tranquilizar las cosas, pero Withey falló dos tiros libres. Los locales, de nuevo con ventaja de dos dígitos, parecían empeñados en complicarse la vida, con dos pérdidas seguidas y otros tantos rebotes ofensivos concedidos que dibujaron un peligroso 71-66 a dos minutos del final. Inglis resurgió para estirar de nuevo la ventaja hasta un 75-66 a 59 segundos del final que parecía ya decisivo, pero los de Mumbrú siguieron disparándose en el pie. Un 'dos mas uno', regalado a Abromaitis, tres nuevos tiros libres fallados€ La situación de agobio llegó hasta el 77-73 a medio minuto de la última bocina, pero ahí se acabaron los regalos. Goudelock, Luz y Jonathan Rousselle afinaron el punto de mira desde la línea de personales y el sexto triunfo consecutivo ya es una realidad.