Khyri Thomas ya es historia en el Bilbao Basket después de solo 34 minutos disputados como hombre de negro. El club confirmó ayer lunes la marcha del jugador de Omaha al Maccabi Tel Aviv, que abonará el importe de la cláusula de su contrato que le permitía salir a un equipo de Euroliga. Las expectativas que generó su notable debut en el Buesa Arena ante el Baskonia, con 23 puntos, se quedaron en nada después de que Thomas cayera lesionado en el duelo siguiente ante el Breogán con apenas ocho minutos de juego. Desde entonces, hace casi un mes, el jugador estadounidense no ha podido vestirse de corto y su incorporación inmediata al conjunto macabeo será estando en fase de recuperación.

Ha sido un visto y no visto, que convierte a Khyri Thomas en uno de los fichajes más fugaces del Bilbao Basket después del bosnio Damir Krupalija, que solo jugó un partido. Por eso, llama la atención que el Maccabi haya descubierto ahora en él, tras unos pocos minutos de acción en Europa, virtudes ocultas en septiembre cuando estaba sin contrato tras ser cortado en la NBA y por eso le pudo fichar el Bilbao Basket. El estadounidense llegó con la misión de fortalecer la defensa y elevar el listón físico del equipo y ocupar, en teoría, la plaza de Andrew Goudelock. Pero, curiosamente, los de Álex Mumbrú han mejorado sus prestaciones en la contención sin Thomas y han sumado tres victorias en las que el que era candidato a salir del equipo ha vuelto a la rotación con un rendimiento irreprochable.Además, en estas semanas sin partidos por culpa del covid Jeff Withey ha obtenido un pasaporte comunitario por lo que el Bilbao Basket tiene ahora mismo una plaza de extracomunitario libre. El buen momento del equipo, que ha salido de plazas de descenso, aconseja no hacer movimientos ahora y guardarse esa baza para más adelante.