I se concediera el premio al jugador más espectacular de la Liga Endesa, Codi Miller-McIntyre sería el primer candidato. Desde sus 1,91 metros, el jugador estadounidense del MoraBanc Andorra ha protagonizado acciones de enorme nivel atlético, mates y finalizaciones contra jugadores mucho más altos que han ido elevando poco a poco su confianza en su temporada de debut en la competición. Nacido en North Carolina hace 27 años y formado en Wake Forest, la misma universidad que alumbró a Tim Duncan y Chris Paul, Miller-McIntyre nunca recibió la atención de la NBA, pero ha ido creciendo en el baloncesto europeo y se ha convertido en una pieza importante para Ibon Navarro.

Ese era el plan del club andorrano cuando le fichó y después de un comienzo irregular ha alcanzado un punto alto de juego que le he convertido en el segundo máximo anotador y el máximo asistente del equipo del Principado. La pareja que forma en el perímetro con Clevin Hannah, ex del Bilbao Basket, es el termómetro del Andorra ya que la amenaza exterior que le sobra al base con pasaporte senegalés la compensa Miller-McIntyre con su verticalidad y explosividad, que ya ha procurado un tiro ganador a su equipo ante el UCAM Murcia y le hace promediar casi un mate por partido, más que muchos pivots, y tener una destacada media de más de cuatro rebotes. Sus porcentajes en triples y tiros libres no son buenos, pero en seis de los últimos siete partidos ha superado los doce puntos, asumiendo mucha responsabilidad en el ataque y generando para sus compañeros.

Miller-McIntyre arrancó su carrera profesional en el Leuven Bears de Bélgica y poco a poco fue subiendo el nivel. El Parma ruso le permitió debutar en la VTB League y luego se hizo un nombre en la Eurocup en el Zenit San Petersburgo, el Cedevita Olimpia, el Partizán y el Bourg en Bresse, siempre por encima de los diez puntos por partido. El Andorra busca en él un líder anotador y su buen rendimiento llegó a situarle en la órbita del Barça, que buscaba un jugador para cubrir las bajas en su perímetro. El Bilbao Basket tendrá que proteger su zona porque el ex de Wake Forest es un cuchillo.