Ángel Delgado no ha podido acudir a la convocatoria de la República Dominicana en las ventanas FIBA por motivos burocráticos y eso le va a permitir seguir trabajando con el Surne Bilbao Basket de cara al importante duelo de la semana que viene ante el Breogán. El máximo reboteador de la Liga Endesa hasta ahora está siendo regular en su aportación, pero asegura que eso vale de poco si el equipo no gana.¿Qué balance hace del primer tercio de la competición ahora que ha llegado el parón por las selecciones?

—Creo que seguimos aprendiendo y seguimos mejorando. Estamos trabajando bien duro porque pensamos que hemos perdido algunos partidos que no teníamos que haber perdido. Pero creo que eso nos va a ayudar en el proceso que estamos siguiendo y que eso nos va a hacer mejores y mejor equipo.

El Bilbao Basket ha perdido contra varios de los ocho primeros clasificados. ¿Eso les consuela, significa algo?

—Hemos tenido muchas oportunidades de ganar fuera de casa, eso quiere decir que tenemos ese nivel, pero también que nos faltan algunas cosas y estamos trabajando para que todo nos salga bien. Este parón nos va a venir bien para trabajar sin prisas.

Al menos, en casa el equipo lleva tres victorias seguidas. ¿Sienten más presión en Miribilla por el hecho de no haber ganado aún fuera?

—Sí, pero la fanaticada de Miribilla nos ayuda mucho, es increíble. Creo que todo lo que el público pone de su parte nos motiva y nos empuja muchísimo. Pero tenemos que ser capaces de dar lo máximo también fuera de casa y para eso queda mucho trabajo por hacer. Tenemos que seguir con la cabeza alta y seguir sumando victorias sin pensar mucho más allá.

¿Qué sensaciones les dejó el partido de Valencia?

—En la primera parte jugamos un baloncesto muy limpio, organizado. En la segunda, nos caímos, pero el juego que hicimos en la primera fue uno de los mejores que nadie hará en toda la temporada. Por eso, tenemos que aprender de lo que pasó para saber cómo manejar esas ventajas.

Acaba de llegar Damien Inglis y pronto lo hará Khyri Thomas. Al equipo le toca reconstruirse.

—Conozco a Thomas desde hace tiempo, nos enfrentamos varias veces cuando estábamos en la universidad y creo que puede ser un jugador muy importante. Es un jugador de equipo, que entiende bien el juego y puede ser de gran ayuda. Tiene mucho físico, recupera muchos balones y puede también tirar de tres. Puede encajar muy bien en nuestro estilo. Ya le dije al entrenador que es un muy buen fichaje.

En estos primeros once partidos, Ángel Delgado es un valor seguro para el Bilbao Basket con su trabajo cerca de los aros.

—Todo lo que hago lo hago con esfuerzo. Luego, los números saldrán altos o no, pero eso no importa si el equipo no gana. Se lo digo siempre a los compañeros. Cuando ganamos, todos lucimos bien. Por eso no presto mucha atención a las estadísticas.

Ahora mismo, usted es el mejor reboteador de la Liga Endesa. Algo que no es raro porque en todas las competiciones lo ha sido. En un partido de la G-League, incluso, atrapó un día 32 rebotes.

—Sí, eso sí. En eso soy muy ambicioso, quiero coger todos los rebotes. Ese es mi fuerte y en eso sí quiero destacar. Quiero ser el mejor rebotero de la Liga.

¿Coger rebotes es ambición, como dice, pero también instinto, habilidad, dureza...?

—Es un poco de todo, y también mucho entusiasmo, querer coger los rebotes. Yo creo que es también talento, algo que me salió, porque yo de joven jugaba de base y era pequeño y flaco. Cuando crecí y me puse fuerte, empecé a coger rebotes y por eso creo que es un don que me dio Dios y quiero aprovecharlo.

En su etapa en la NCAA fue elegido mejor pívot del año y el premio llevaba el nombre de Kareem Abdul-Jabbar. Casi nada.

—Buff, fue un honor enorme que una leyenda del baloncesto me eligiera como el mejor pívot del país. Fue muy emocionante, una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida.

¿Y tiene algún jugador de referencia en su puesto?

—Siempre he dicho que me gustan mucho Ante Tomic y Felipe Reyes. Los dos me han inspirado mucho.

En su presentación, dijo que le gustaba el contacto en la zona. Y pese a que se pega con pívots más grandes, lleva también más de un 70% en tiros de dos. Eso también tiene mucho mérito.

—No me importa que los rivales sean más grandes y fuertes porque ese juego lo encuentro emocionante, lo disfruto. Me gusta retar al oponente, es lo que me gusta del baloncesto. Tengo ese habilidad y estoy tratando de mejorar para seguir anotando.

Su problema está en los tiros libres. ¿Le encuentra alguna explicación?

—Claro que me preocupa, pero pienso que la razón es que he cambiado mucho la mecánica, demasiado. Creo que voy a volver a la que tenía hace unos años en la universidad y es la que me tiene que funcionar sí o sí porque entonces tenía un buen porcentaje. Cambiar todo me ha afectado, al final es algo mental.

Aún tiene 27 años y un recorrido corto como profesional. ¿Le gustaría añadir más recursos a su juego?

—Sí, claro, en ello estoy. Quiero llegar al máximo nivel que pueda, es uno de mis objetivos, y quiero que se cumpla. Para ello, tengo que trabajar mucho y no rendirme nunca.

Ha pasado por la NBA y por Israel brevemente. ¿Cree que la Liga Endesa es su sitio?

—Sí, creo que sí. Me siento muy cómodo, muy bien, en esta competición. Me trata todo el mundo muy bien y estoy encantado de estar aquí.

"Tenemos el nivel para ganar fuera de casa, pero también nos faltan algunas cosas y estamos trabajando en ello"

"He cambiado tanto la mecánica en los tiros libres que ya es algo mental. Voy a volver a lo que hacía antes"