- Tras las cinco primeras semanas de competición, el Surne Bilbao Basket se ve a sí mismo en el sótano de la tabla clasificatoria de la Liga Endesa al ser el único conjunto que todavía no ha sido capaz de estrenar su casillero de victorias. La situación es cruda, "comprometida" tal y como reconoció Álex Mumbrú tras el duelo del domingo en la cancha del UCAM Murcia, porque tanto él como sus pupilos necesitan darle la vuelta a la situación lo antes posible para que la bola de nieve no vaya creciendo y no se instale en el vestuario y en el entorno una situación de negatividad, pesimismo y tensión que lo agrave todo aún más. Los hombres de negro afrontan a continuación dos duelos seguidos en casa ante Urbas Fuenlabrada y Hereda San Pablo Burgos y aunque hablar de finales a mediados de octubre es una temeridad, sí que existe cierta urgencia para empezar a ganar y sensación de afrontar ambos duelos desde la necesidad.

En estos cinco encuentros, la escuadra bilbaina ha mostrado por momentos el potencial que atesora, sobre todo cuando ha actuado como visitante, pero esos chispazos no le dan todavía para ganar por su falta de sostenibilidad y su desacierto y acumulación de malas decisiones en momentos importantes. Entre sus problemas quizás el mayor asome en la retaguardia. El Surne Bilbao Basket recibe una media de 90 puntos por encuentro, cifra incompatible con las victorias porque de momento su caudal ofensivo -anota 77,8- no llega, ni por asomo, para tanto. En las cinco citas disputadas hasta el momento, sus rivales han llegado a los 84 puntos en todas ellas mientras que los hombres de negro solo han alcanzado esa cifra en una ocasión, en Murcia, y evidentemente, de nada sirvió. Por ejemplo, el próximo rival que pasará por Miribilla, un Fuenlabrada que por el momento solo ha ganado un encuentro, se mueve en números parecidos a la hora de encajar puntos (90,8), pero anota bastantes más (87,2).

Probablemente porque se está intentando cubrir más en las situaciones cortas e intermedias, y en ello tiene que ver que el llamado a ser su principal protector del aro, Jeff Withey, no acaba de estar en plena forma primero por sufrir el covid-19 -le hizo perder bastante peso- y luego por la fractura de los huesos propios de la nariz, el Surne Bilbao Basket está sufriendo elevados niveles de acierto de sus rivales desde la línea de 6,75, donde encuentran situaciones favorables de lanzamiento. Dejando al margen al Barça (30%), que utilizó otras armas en Miribilla, los niveles de acierto de Joventut (39%), Lenovo Tenerife (43%), UCAM Murcia (47%) y Casademont Zaragoza (48%) ante los hombres de negro han sido magníficos y, en los tres últimos casos, entre bastante y muy superiores a su hoja de servicios habitual. Y es que los de Txus Vidorreta promedian un 38% en el global del curso, los de Sito Alonso un 40% -en todo el ejercicio no habían pasado de los nueve triples anotados en una cita y el domingo colaron 16- y los de Jaume Ponsarnau un pobre 31% -en el Bilbao Arena hicieron un 15 de 31; en el acumulado de los cinco siguientes choques, 17 de 79-.

El problema en cuanto a la notable eficacia de los rivales contra la retaguardia vizcaina reside en que también hace acto de presencia en el lanzamiento de dos puntos. El Surne Bilbao Basket no ha dejado por debajo del 50% de acierto a ninguno de sus contrincantes en lo que va de curso e incluso tres de ellos, Joventut (64%), Zaragoza (62%) y Barça (65%), han superado el 60%, mejorando de manera considerable sus porcentajes globales de estas cinco jornadas (53%, 52% y 57% respectivamente).

Seguro que la entidad de los rivales, todos salvo el Zaragoza por encima del 50% de victorias hasta el momento, tiene incidencia en estos guarismos, pero rebajarlos, tanto los puntos totales como los porcentajes en contra, se antoja obligatorio de cara a los próximos duelos para borrar el cero del casillero de triunfos.