Álex Reyes es consciente de que el Bilbao Basket tiene ahora una fase de calendario más asequible y "es el momento de dar un paso adelante para sumar victorias y salir de los puestos de abajo". El primer reto, el domingo ante el UCAM Murcia, que el jueves perdió con el Burgos por 89-84 tras llegar a ganar por 23 puntos en encuentro aplazado correspondiente a la séptima jornada.

¿Cómo está el equipo después de la derrota contra el Bamberg en un duelo con dos partes tan distintas?

-Veo al vestuario animado y con ganas de seguir trabajando. Fue un partido duro en el que tras una mala primera parte el equipo mostró su mejor cara en la segunda, pero no nos llegó para remontar. Aun así, es algo que invita al equipo a seguir trabajando con ganas de que llegue el partido del domingo para poder ganar.

Otro mal arranque de partido que se convierte en losa insalvable para ganar, algo que empieza a ser una dinámica conocida. ¿Le encuentran alguna explicación?

-No te sabría decir. Creo que la primera mitad del martes y las de otros duelos no han sido iguales. Contra el Bamberg, no sé si por exceso de ganas o de ansiedad por ganar, salimos sobreexcitados y eso nos provocó una mala pasada. Debemos jugar con la misma intensidad, pero controlar la sobreexcitación. Fue distinto a otros partidos en los que directamente salimos dormidos en la primera mitad y cuando nos quisimos dar cuenta teníamos una gran desventaja.

Entre Liga Endesa y BCL llevan nueve derrotas en diez citas. ¿Está el vestuario tranquilo, preocupado...?

-Ni una cosa ni la otra. Todos sabemos lo que tenemos que hacer, en varios partidos hemos mostrado en las segundas partes esa actitud y ese deseo de ganar que debemos aplicarnos los cuarenta minutos y la gente es consciente de que hay que hacerlo desde el primer minuto de los partidos y los entrenamientos. Es una pena que haya que aprenderlo así, a base de derrotas, pero nos sirve para saber qué debemos hacer y qué no.

¿Dónde ubicaría más el margen de mejora del equipo? ¿Es más una cuestión mental o de juego?

-El punto donde más deberíamos hacer hincapié es en mantener la concentración y la intensidad durante los cuarenta minutos. A nivel mental y de juego, todo el mundo nos sabemos los sistemas y la manera de jugar del equipo y cada jugador que sale a pista lo hace queriendo ayudar, pero hay momentos en los que desconectamos y estamos a un nivel de competición en el que cualquier rival te lo hace pagar. Se está viendo que en un par de minutos nos están haciendo parciales importantes y luego no somos capaces de recuperarlos.

Hay momentos de los partidos en los que se les ve muy ofuscados, muy nerviosos y dubitativos...

-Creo que es un poco pronto para hablar de nervios, pero es verdad que todos queremos ganar y a veces asoma la frustración por ver que los resultados no están llegando. Todo el mundo lo hace lo mejor que puede, pero el hecho de que las cosas no salgan hace que aflore en los jugadores ese sentimiento de rabia y eso es algo con lo que también debemos saber jugar. Controlar eso y mantener el nivel de concentración durante todo el partido pueden ser dos premisas para entrar en dinámica positiva.

El calendario en Liga Endesa tampoco les ha ayudado. Han jugado ya contra siete de los nueve primeros de la clasificación.

-Es un hecho, pero no nos escudamos en eso porque se ha visto que contra la mayoría de los equipos con los que hemos jugado hemos sido capaces de dar la cara en los momentos en los que hemos estado intensos, concentrados y duros. Esto tiene el punto positivo de que ahora nos queda jugar contra los equipos que no están arriba y tenemos la oportunidad de coger una dinámica positiva.

¿Cree que tanto cambio de calendario por los aplazamientos afecta más a un equipo como el Bilbao Basket, con un bloque por hacer y muchos jugadores nuevos en la liga?

-No creo. Sí que es verdad que hemos tenido alguna fase de quince días sin competir y eso te corta el ritmo de competición, pero el cuerpo técnico piensa en ello y diseña las semanas para que el equipo no desconecte en ningún momento. Son situaciones por las que van a pasar todos los equipos. Tenemos que saber acostumbrarnos y no escudarnos en ello.

¿Cómo lleva personalmente todos los cambios que provoca casi a diario esta pandemia?

-Bien. Dentro de todo lo que está provocando este coronavirus que se aplacen partidos es lo menos importante. Nuestras suspensiones han sido horas antes de los partidos y sí que te cambian las rutinas, pero como es algo que desgraciadamente va a estar con nosotros un tiempo hay que hacerse a la idea de que esto es lo que toca.

¿Y se acostumbra uno a jugar en pabellones vacíos?

-No sé si por suerte o por desgracia, pero yo me estoy acostumbrando y es una pena. Se me hizo hasta raro el partido de la BCL que pudimos jugar con algo de público. Ojalá esta situación se solucione cuanto antes no ya por el aficionado o por el jugador, sino por el bien del propio deporte.

Ahora toca una fase más asequible del calendario. Momento de dar un paso al frente.

-Totalmente. Sin menospreciar a ningún equipo de la competición, nos tocan rivales que están en otra dinámica y otra posición en la tabla y tenemos que coger esta oportunidad para sumar victorias y salir de esos puestos tan bajos como sea. Si hacemos lo que sabemos, sumaremos victorias.

La primera piedra de toque, el UCAM Murcia el domingo.

-Es un equipo muy duro. Juegan muy físico, han sumado victorias importantes ganando por ejemplo al Barça y tienen jugadores con muchos años en la liga. Pero más allá del rival, debemos centrarnos en nosotros.

¿Qué puede aportar Goran Huskic?

-Es un jugador que lleva ya años en la ACB. Es un pívot muy inteligente, con una capacidad de pase muy buena y muy buena lectura del juego tanto en defensa como en ataque. Es grande, suma mucho debajo del aro y seguro que nos va a ayudar muchísimo porque lleva dos días con nosotros y se ha adaptado rápido.

En el plano personal, ¿satisfecho con su rendimiento?

-El salto de la LEB a la ACB es muy grande. Es algo que ya sabía, pero esta competición es muy dura, muy física, y el ritmo de juego es mucho más alto. Yo sigo trabajando día a día y poco a poco voy acoplándome a esta dinámica, estando más cómodo en la liga y encontrando mi sitio en el equipo. Quiero ayudar en todo lo posible.