La pandemia del covid-19 sigue cebándose con el baloncesto en forma de encuentros aplazados y vuelve a afectar al calendario competitivo del Bilbao Basket. Si los hombres de negro ya tuvieron que suspender el encuentro que debía enfrentarles al Real Madrid el pasado domingo 18 de octubre por el positivo del jugador blanco Fabien Causeur (se disputará el próximo miércoles), el jueves ocurrió lo mismo con el duelo que tenía que medirles en el Bilbao Arena al Morabanc Andorra a partir de las 21.15 horas de la noche al notificar al mediodía el conjunto del Principado el positivo de uno de los miembros de su expedición, que había llegado la víspera en autobús a la capital vizcaina. La ACB comunicó acto seguido su intención de anunciar "próximamente una nueva fecha para la disputa del encuentro", algo que no será sencillo por la enorme carga que sufre ya el calendario, y la entidad de Miribilla emitió a su vez otro comunicado en el que deseaba a la persona afectada "una pronta recuperación".

El del jueves en Miribilla es el segundo encuentro que los de Ibon Navarro deben aplazar por sufrir positivos por covid-19 entre los componentes de su primer equipo. El anterior aconteció en la segunda jornada de la Liga Endesa, en la visita al Valencia Basket prevista para el 23 de septiembre, que finalmente tuvo que retrasarse 48 horas porque el coronavirus afectó a dos componentes de la plantilla andorrana. En aquel momento, reprogramar esos duelos era tarea relativamente sencilla porque las competiciones continentales no habían recibido todavía su pistoletazo de salida, pero en estos momentos esa realidad es muy diferente.

El Bilbao Basket disputa una Basketball Champions League (debutó el pasado martes con derrota ante el Pinar Karsiyaka turco) que en previsión de este tipo de contingencias decidió en septiembre aligerar su calendario, con los equipos jugando una de cada dos semanas, pero el Morabanc Andorra está encuadrado en la Eurocup (jugó también el martes, imponiéndose en su cancha al Lietkabelis lituano), que no ha variado su hoja de ruta y programa partidos semanales para todas las escuadras. En ese ecosistema, encontrar un hueco para el partido aplazado no resultará tarea sencilla. Así, los dos equipos tienen ya programados dos encuentros las dos próximas semanas (el conjunto vizcaino debe jugar el miércoles el duelo aplazado en su día contra el Real Madrid, el sábado visita al Baskonia, el siguiente martes, 10 de noviembre, recibe al Brose Bamberg y el sábado 14 vuelve a jugar en Miribilla contra el UCAM Murcia), por lo que encajonarlo en una de ellas -el jueves día 12 podría ser una opción aceptable porque los del Principado juegan también en casa su cita europea dos días antes- volvería a obligar a programar otra semana con tres citas. En la siguiente, la que va del 16 al 22 de noviembre, los hombres de negro no tienen jornada continental entre semana, pero el Andorra rinde visita el martes a la Virtus Bolonia; la última semana del mes se paralizan las competiciones por las ventanas FIBA y los jugadores deben acudir a la llamada de sus respectivas selecciones; y entrados ya en diciembre el calendario tampoco cuenta con mucha disponibilidad de fechas a no ser que sea a base de apelotonar encuentros.

El equipo con menos partidos

A la espera de la decisión que acabe tomando la ACB, el Bilbao Basket, con dos encuentros aplazados que todavía no ha recuperado y pasada la jornada de descanso de la primera vuelta, es el conjunto que menos duelos ha disputado en la competición doméstica en las primeras ocho jornadas: cinco. Si no se producen nuevos sobresaltos con los tres encuentros programados para hoy, todos los equipos habrán jugado siete u ocho salvo los hombres de negro y el Hereda San Pablo Burgos, con seis.

Y lo peor de cara a la planificación que pueden hacer los equipos de sus respectivas hojas de ruta es que, atendiendo al avance de la enfermedad, lo más probable es que los aplazamientos se sigan produciendo en las próximas jornadas tanto en la Liga Endesa como en Euroliga, Eurocup y BCL y que se llegue a un absoluto colapso del calendario que obligue a las partes a tomar decisiones más drásticas. Si ninguna competición da su brazo a torcer y pretende mantener al 100% su calendario competitivo (la BCL ya lo aligeró en su momento), la situación puede acabar explotando. El sindicato de jugadores (ABP) ya publicó este lunes una columna de opinión afirmando que "los calendarios y los sistemas de competición no son estructuras fijas e inmutables" y exigiendo "responsabilidad" porque lo contrario "puede implicar un colapso de fechas y calendario que no beneficia a nadie y puede traer muy malas noticias para todos".