Bilbao - El entrenador de los hombres de negro reconoce que el parón por la pandemia del coronavirus "nos partió la temporada" y espera poder terminar una Liga Endesa en la que su Bilbao Basket estaba teniendo un rendimiento excelente.

¿Cómo se encuentra? ¿Qué tal lleva el confinamiento?

-Yo estoy bien, mi familia también y los jugadores igual. Tenemos la suerte de que nadie ha contraído el coronavirus y estamos esperando a que poco a poco podamos salir de esta situación.

Con críos en casa no le faltará actividad. ¿Cómo es un día rutinario para usted?

-Los niños se levantan pronto, por lo cual no hay posibilidad de vaguear (risas). Me despiertan ellos y ya toca funcionar. Aprovecho las tardes para centrarme en el baloncesto, para ver partidos, para chequear otras ligas, jugadores€ Por las mañanas los jugadores entrenan con el preparador físico, coordinados gracias a las nuevas tecnologías, y yo aprovecho para estar con mis hijos, para ayudarles con los estudios y estar más pendiente de ellos. Sí que en el día a día puedes hacer cosas centradas en tu profesión, pero con menos tensión de lo normal.

Reconoció que para entretener a los críos ha llenado la casa de canastas.

-Siempre suelo decir que no sé si les dará por el baloncesto, pero por si acaso tienen una canasta en cada habitación, otra en el salón, otra en la cocina€ Les voy tirando señales indirectas.

¿Va notando que cada vez se les hace más pesado lo de estar encerrados? Si a los mayores, después de la efervescencia de los primeros días con tanto reto de Internet y tanta actividad, ya se nos acumula el peso de los días€

-Lo de los retos y esas cosas no deja de ser un recurso que te vale para echar una mañana o una tarde y para involucrar a la gente e intentar entre todos salir un poco de la monotonía. Yo estos días le doy vueltas a la cabeza y me pongo a pensar cómo debían ser estos encierros en periodos de guerra, sin Internet, sin móviles€ Eso sí que tenía que ser duro. Ahora mucha gente puede trabajar desde casa, hay aplicaciones que te permiten interactuar y mantener reuniones con decenas de personas al mismo tiempo€ Eso sí, reconozco que cada vez se va haciendo más duro, sobre todo para las familias con niños. Va costando más.

Los jugadores tienen pautado su trabajo físico diario, pero la labor de un entrenador está mucho más limitada en las circunstancias actuales, sin posibilidad de trabajar cinco contra cinco, ensayar sistemas€

-La verdad es que en ese sentido no podemos hacer nada. Nosotros hemos tenido la suerte de que pudimos conseguir una bicicleta estática para cada jugador y pueden hacer cardio y trabajo físico cada mañana durante hora u hora y media para seguir estando activos pese a estar en casa y preparados por si se reinicia la liga como está planteado hacer. Eso sí, desde que den el O.K. hasta que se vuelva a jugar necesitaremos un tiempo prudencial de reactivación. Aunque hagas trabajo físico, llevamos un mes sedentario y hay que recuperar el tono.

¿Está viendo mucho baloncesto estos días? ¿Es de los que devora los partidos antiguos que estos días llenan las parrillas de los canales de deportes?

-No. Y te voy a ser sincero. Si me pongo a ver baloncesto vintage, me vengo un poco abajo porque pienso en lo mucho que ha cambiado y evolucionado este deporte en los últimos años. Prefiero tenerlo en la memoria y recordar aquellos partidos míticos de Drazen Petrovic contra Oscar Schmidt Becerra€ Prefiero centrarme en el baloncesto actual y ver otras ligas. Ahora también hay mucha gente haciendo clínics y me trago las ideas que muestran los entrenadores, estoy atento a las aportaciones de la gente. Intento aprovechar para absorber cosas que quizás en una situación normal no puedes hacer por falta de tiempo.

Hace poco más de un mes que jugaron el último partido, el 8 de marzo contra el Obradoiro. Parece que fue ayer y al mismo tiempo, con todo lo que ha pasado, parece un escenario lejanísimo.

-La verdad es que para nosotros no está siendo una temporada fácil, para qué nos vamos a engañar. Dentro del éxito que es estar en quinta posición en la liga hemos sufrido lesiones importantes, se nos han ido jugadores, han tenido que venir otros y finalmente está todo lo que ha provocado la pandemia del coronavirus. Parece que no nos acaban de dejar disfrutar con nuestra temporada. Pero es lo que hay, es algo que ha acontecido a nivel mundial y no solo aquí. Es una situación incontrolable para nosotros. Esto está afectando a mucha gente y tenemos que ser lo suficientemente cuerdos como para saber que hay cosas mucho más importantes que el deporte. La salud de mucha gente está en juego.

Cuando se jugó ese último partido, la palabra coronavirus estaba ya en boca de todos pero, ¿esperaba que pudiera provocar semejante situación catastrófica?

-No, pero porque piensas que las personas que se supone que controlan estas cosas y saben cómo funciona la sanidad lo van a hacer mejor. Si entonces no decían nada, pues no había motivos para tener miedo. Pero, de la noche a la mañana, algo que parecía que estaba controlado y que a nosotros nos iba a coger de refilón nos ha acabado cayendo de lleno. Pero yo creo que la gente ha respondido bien, ha hecho lo que tenía que hacer: quedarse en casa. Pero creo que el coronavirus no va a desaparecer de hoy para mañana y poco a poco vamos a tener que volver a la calle, aunque sea progresivamente. Hay mucha gente que por culpa de esta situación lo está pasando muy mal.

En esta situación es absolutamente secundario, pero el parón se ha producido en un momento horrible para el Bilbao Basket. Habían vuelto a ganar tras la marcha de Axel Bouteille, iban quintos en la tabla, los nuevos jugadores cada vez más acoplados a la dinámica de grupo€

-Nos parte por la mitad la temporada porque esta situación te rompe dinámicas, te rompe ritmos y muchas cosas más. Si volviésemos a retomar la temporada, está claro que ya no sería lo mismo. Pero el deporte es casi lo último que tiene que reanudarse. Debemos ir poco a poco. Nosotros jugamos para nuestra afición, para Miribilla, para que nuestra gente disfrute y vean esto como un entretenimiento dentro de sus vidas y ahora mismo yo creo que las prioridades son otras.

Ahora mismo la Liga Endesa está suspendida 'sine die'. ¿Cómo ve el futuro? ¿Cree que se podrá acabar la competición, considera que sería lo justo?

-A mí me encantaría acabarla, para qué nos vamos a engañar, sea en formato rápido de tres partidos por semana, en otro corto, yendo directamente a play-off€ Como sea. Eso sí, viendo cómo va todo no sé si será fácil que entremos en fechas. Seguro que la ACB se está planteando muchos escenarios y sabrá escoger el mejor. La gente está metida en sus casas y poder ofrecer baloncesto u otros deportes en directo, aunque fuesen a puerta cerrada, podría ser un buen aliciente y ayudaría a que los aficionados puedan distraerse durante un par de horas.

Durante el confinamiento han perdido a un jugador, Tyler Haws, que optó por marcharse a su país.

-Sería injusto si digo que no le comprendo. Le entiendo, pero no comparto su decisión. Somos un equipo y todos los jugadores del Bilbao Basket están demostrando una seriedad y una profesionalidad intachable esperando pacientemente en sus casas hasta ver qué sucede, mientras que en otros equipos hay jugadores que se han marchado. También nuestro club está haciendo gala de un funcionamiento y una actitud envidiable en todo este tema.

¿Se ha parado a pensar cuándo será la próxima vez que se podrá disfrutar en el Bilbao Arena de un encuentro de baloncesto en las circunstancias que hasta hace poco tiempo eran normales, con las gradas a rebosar?

-Creo que eso se podrá hacer cuando se encuentre una vacuna contra el coronavirus y seamos capaces de proteger a nuestra gente mayor y a los más vulnerables. No sabemos exactamente cuándo va a ocurrir, pero yo también entiendo que tiene que haber un momento en el que todo debe volver a la normalidad, incluso sabiendo que el coronavirus está ahí. Los niños tendrán que volver a las escuelas, la gente tendrá que reabrir sus negocios porque necesita dinero para comer€ Por eso debemos asegurarnos de que haya recursos hospitalarios en el caso de que los más vulnerables lo necesiten. Todo deberá volver a la normalidad poco a poco y esto que ha pasado debe servir de aviso a navegantes.