bilbao - Álex Mumbrú acabó muy contento el partido de ayer por la manera en que su equipo compitió en unas circunstancias complicadas y en un partido "que era complicado por todo lo que nos ha pasado esta semana y ante un rival que necesita victorias para salir de abajo". "Aunque no ha sido un buen tiro, hemos tenido el último lanzamiento para ganar", señaló el técnico del Bilbao Basket, que pidió un poco de tiempo ya que "nos ha cambiado bastante el equipo y tenemos que ajustarnos de nuevo".

El entrenador catalán comentó que la puesta en escena había sido "buena. Hemos estado bien, aguantando el primer envite del Betis. Hemos defendido bien". El golpe que se dio Lammers y que le produjo una brecha desajustó un poco al Bilbao Basket, aunque lo peor para Mumbrú fue el tercer cuarto en el que "ha habido mucho descontrol en el juego, un poco correcalles durante tres o cuatro minutos en los que ellos han salido beneficiados de nuestros fallos en el lanzamiento". De todas formas, los hombres de negro se rehicieron para "seguir compitiendo hasta el final en el que ha podido ganar cualquiera de los dos".

Esos errores en el tiro tuvieron a Kulboka como protagonista, aunque Álex Mumbrú defendió al lituano. "Es un anotador compulsivo, es un supertirador, hoy no ha estado acertado, pero sabemos todo lo que mete, el equipo lo busca, pero hoy no han entrado. Me preocupa bastante poco", aseguró. Su mayor preocupación es que su equipo "recupere el ritmo de entrenamiento y podamos meter a los dos nuevos lo antes posible en el equipo". Mumbrú está convencido de que Haws y Serron van a aportar mucho, aunque "hay que darles tiempo".

DEBUTA BOUTEILLE El alero galo se estrenó ayer con el Unicaja en la revancha de la final de Copa. Fue la cuarta vez que Bouteille se enfrenta al Real Madrid esta temporada y por la media docena del equipo malagueño estuvo en cancha 37 minutos en los que sumó diez puntos y cuatro rebotes.