El zumo de naranja es una bebida que siempre ha estado relacionado con teorías de todo tipo y alguna leyenda urbana, como que si no te lo tomabas rápido se le iban “las vitaminas”, algo que tiene más de interés de los padres en que los hijos se lo bebieran lo antes posible que de realidad avalada por la ciencia.
Pero hoy en día sigue habiendo discusión acerca de si beber este líquido es saludable o no. Hay quien dice que sí, porque no deja de ser algo que proviene directamente de una fruta sin más transformación que su paso por un exprimidor. Pero también los hay que no lo consideran recomendable por su alto contenido en azúcar, que, eso sí, no es un añadido sino que es el presente naturalmente en la fruta. De ahí que se haya llegado a colocar sobre el zumo de naranja una etiqueta negativa.
Llega al Congreso
Y, como hoy se discute de todo, el zumo ha llegado hasta el debate político. Lo ha llevado el PP, que ha pedido al Gobierno combatir la "desinformación y los bulos" que circulan sobre el zumo de naranja natural 100% exprimido, como ha recogido Europa Press.
El partido conservador esgrime en una proposición no de ley registrada para su debate en la Comisión de Agricultura del Congreso que cada año se transforman en zumo 100% exprimido aproximadamente 1,3 millones de toneladas de naranjas y clementinas que, por distintas razones, no pueden destinarse al mercado de fruta fresca.
Sin embargo, alerta de que la situación del consumo de naranja sufre una tendencia a la baja en los últimos años, de manera que en la campaña 2023/2024 cayó un 14,6% respecto a la media de los últimos cinco años.
Desinformación alimentaria
El PP afirma que esta caída puede atribuirse a cambios en la preferencia de sabores o a subidas de precio, pero una de las causas "más preocupantes" son los cambios en los hábitos de consumo como consecuencia de "infinidad de campañas de desinformación", sobre todo en lo que se refiere al zumo.
Así, censura que en los últimos años el zumo de naranja ha sido objeto de una campaña de desinformación en medios digitales, con numerosos titulares "sensacionalistas" que alertan sobre supuestos riesgos para la salud, sin base científica sólida.
Considera que se puede hablar de una “desinformación alimentaria”, que en forma de fake news o mensajes de influencers circula por las redes sociales afectando cada vez a mayor número de productos, lo que impacta en la reputación de las empresas productoras, la imagen de los alimentos, hábitos nutricionales y la salud pública.
Por todo ello, insta al Gobierno a combatir la desinformación y los bulos, protegiendo así a los productores y a la industria transformadora del zumo de naranja natural 100% exprimido, e impulsar un programa nacional de promoción y comunicación que destaque su valor nutritivo y saludable como parte de la dieta mediterránea, integrándolo en la Estrategia Nacional de Alimentación.
¿Es saludable o no?
Más allá de la propuesta del PP, ¿es cierto que el zumo de naranja es saludable? Lo que sí se puede decir es que, desde el punto de vista nutricional, es mejor comer la fruta entera, la naranja. La razón es que aporta nutrientes (vitaminas) sin provocar las subidas bruscas de glucosa en sangre del zumo. Al ingerir una naranja, la fibra que acompaña al azúcar ralentiza su absorción y evita esos picos de glucosa. En el zumo, buena parte de la fibra se pierde y la glucosa llega más rápido a la sangre, lo que obliga al organismo a gestionarla.
Eso sí, también hay estudios que aseguran que, pese a ello, presenta otros beneficios que podrían contrarrestar esos efectos negativos. Así lo explica David Gaze, de la Universidad de Westminster, en un artículo publicado en The Conversation, en el que ha analizado diferentes estudios científicos relacionados con el zumo en los últimos años.
El propio Gaze confirma que todos ellos certifican que es más sano comer la naranja, pero entre los beneficios del zumo se ha detectado que reduce la actividad de genes relacionados con la inflamación y con la presión arterial elevada, así como mejoras en el colesterol y en la sensibilidad a la insulina.
Por todo ello se concluye que el zumo, siempre que sea 100% exprimido, no es malo de por sí. No puede sustituir a la fruta ni es un alimento imprescindible, pero consumido con moderación puede aportar más beneficios que inconvenientes.