El lip oil o aceite labial vuelve a ser tendencia casi una década después de su lanzamiento y ha llegado para quedarse. Fue Yves Saint Laurent quien en 2015 sacó al mercado este producto que aúna color, hidratación y brillo, un auténtico dos por uno que combina a la perfección maquillaje y tratamiento labial.
Fácil de llevar y apto para cualquier tipo de look, es una alternativa eficaz tanto al lapiz labial tradicional como al lip gloss (brillo de labios), ya que es más sutil y menos pegajoso.
También es una opción distinta a la tradicional barra de cacao, que al ser más densa no penetra tanto en el labio y además lo hace más lentamente que el aceite labial, cuya textura es más ligera y facilita la penetración de los activos.
Composición
En su fórmula, el aceite labial presenta altas concentraciones de pigmentos y aceites naturales que combinan color, nutrición e hidratación y hacen que los labios tengan una apariencia turgente y voluminosa, pero siempre muy nautral. Los lip oils penetran en las capas más profundas del labio haciendo que los activos hagan mejor su función y así el efecto nutritivo, hidratante y revitalizante se notará más rápido.
Los aceites labiales suelen estar enriquecidos con vitamina A, B, zinc, ácidos grasos, aceites esenciales o ácido hialurónico. Así, los ácidos grasos emolientes mantienen la piel hidratada durante más horas y los aceites esenciales reparan los tejidos de la piel, hidratan y nutren en profundidad, luchan contra los signos del envejecimiento y dan un aspecto saludable.
Por su parte, el ácido hialurónico proporciona un efecto relleno que aporta más volumen incluso a los labios más finos, gracias a su acabado efecto cristal, elegante, refinado y glamuroso. Además de mejorar su aspecto visualmente, proporciona una acción reparadora inmediata al cubrir el labio con una fina e imperceptible película protectora.
Los labios no tienen glándulas sebáceas, lo que hace que se resequen y se descamen con facilidad. Los cambios de temperatura, los rayos del sol, algunos medicamentos, ciertas deficiencias nutricionales o la contaminación pueden agravar la situación.
Colores
El lip oil aporta a los labios un delicado color uniforme que va desde los acabados transparentes que enfatizan el tono natural hasta los tonos más vibrantes y sofisticados pasando por los más discretos.
Cuando la fórmula se absorbe, el color se queda sobre el aceite labial aportando un acabado ideal al maquillaje. Hay que tener en cuenta que estos aceites reaccionan a la temperatura de la piel, de forma que el color se verá diferente en cada persona.
Además, las fórmulas más modernas tienen un gran poder antienvejecimiento que ayuda a reducir las pequeñas arrugas en la zona, es decir, el código de barras. Su aplicación constante favorece la formación de colágeno y elastina, preservando así la elasticidad natural de los labios, así como su volumen y turgencia.
Cómo usarlo
Aunque su empleo es sencillo, similar al de un lip gloss, conviene preparar los labios para obtener un mejor resultado. Para ello, en primer lugar se recomienda realizar una ligera exfoliación labial para eliminar los posibles residuos de piel muerta o agrietada. Una vez limpios y secos se aplica el aceite labial repartiendo una pequeña cantidad por toda la superficie del labio. Con el mismo aplicador se definirá el contorno de labios.
En resumen, lip gloss y lip oils son dos opciones igual de válidas para embellecer tus labios, y aunque los dos tienen el mismo efecto de acabado brillante, el primero está más enfocado a aportar un toque de brillo y de color a los labios, y el segundo, a hidratar y reparar los labios con ingredientes nutritivos, aportando al mismo tiempo brillo, pero de una forma más sutil y menos pegajosa.
