Abrazado a un baloncesto exuberante en lo que a físico y ritmo se refiere, el Unicaja sacó los colores al Real Madrid en la segunda mitad de la final copera de la Liga Endesa para acabar levantando el trofeo de campeón con absoluto merecimiento. Los de Ibon Navarro, con un nivel defensivo notable y una gran capacidad para exprimir las debilidades blancas a base de movimiento de balón, generación de espacios y explotación de recursos ofensivos, sobre todo con muy buenos niveles de acierto desde la distancia triple (13 de 29, 44%), dominaron el marcador y las sensaciones de la contienda prácticamente de principio a fin, lanzaron su primer demarraje serio en el tercer cuarto para fabricar ventajas superiores a los diez puntos de la mano de un Kameron Taylor superlativo y en los diez minutos finales actuaron de manera despiadada a lomos de Kendrick Perry, MVP de la cita canaria con 17 de sus 27 puntos en ese acto final, y David Kravish, que sumó 9 de los 20 con los que acabó.

El Unicaja –tercera Copa tras las de Zaragoza’05 y Badalona’23 y también tercer título del curso tras inaugurarlo levantando la Supercopa y la Intercontinental– siempre tuvo pilares sólidos para construir una actuación sostenida y dominante, mientras que los de Chus Mateo, limitados a labores de persecución y haciendo constantemente la goma, echaron demasiado de menos a primeros espadas como Mario Hezonja (1 de 8 en triples) o Dzanan Musa. El esfuerzo y pundonor de Sergio Llull, Facundo Campazzo y Walter Tavares se quedó muy corto ante la apisonadora malagueña, acostumbrada a exigir a sus rivales hasta el limite para llegar a sus niveles de hiperactividad sobre la cancha, inasumibles ayer para un rival al que de muy poco le sirvió ganar la batalla del rebote.

Los de Mateo ingresaron en el partido con la clara intención de hacer valer el factor Tavares en ataque, lo que no tuvo efecto en el marcador pero sí en lo referente a cargar de faltas a los pívots rivales, pues Yankuba Sima sumó dos en apenas 48 segundos de partido y Olek Balcerowski otras tantas pasado el ecuador del primer cuarto. Sin embargo, el Unicaja, más acertado de cara al aro, fue el dueño de las primeras ventajas pese a no sacar provecho anotador de las siete pérdidas blancas en el primer tramo del duelo, mandando por 18-15 al término de los diez minutos iniciales. Fue el joven Hugo González, con un dos más uno y un triple, quien sacó al Real Madrid de su fase de desacierto y sopor, pero Unicaja no se quedó atrás de la mano del revoltoso Taylor. Y a pesar de que los blancos lograron su única ventaja de la final (26-27) a cinco minutos del descanso gracias a un tiro libre de Llull, Mateo tuvo que parar el partido poco después con un amenazante 34-27, aunque una antideportiva de Dylan Osetkowski sumada a un dos más uno de Hezonja provocaron que la contienda llegara equilibrada a su ecuador (39-36).

Tras la reanudación, entre Tyler Kalinoski, Perry y Taylor elevaron el nivel de fogosidad del ataque malagueño y el 56-44 pasado el ecuador del tercer cuarto encendió las primeras alarmas blancas. Campazzo, con seis puntos seguidos, intentó liderar la resistencia, pero Unicaja ganaba en contundencia minuto tras minuto y el 64-55 a diez minutos del final tras triple marca de la casa de Llull sobre la bocina se antojaba incluso corto. Poco les importó a los de Ibon Navarro, a los que aún les quedaba una velocidad más por activar mientras su rival bastante tenía con caminar sobre el alambre. Perry se adueñó del partido haciendo trizas la defensa blanca, eliminando de la ecuación el factor Tavares, y con la colaboración de Kravish la final saltó por los aires. Intentaron rearmarse los blancos (del 74-60 al 74-67), pero no hubo antídoto posible y el conjunto malagueño tuvo unos minutos finales plácidos para saborear como se merece el título de Copa.

Unicaja 93

Real Madrid 79

UNICAJA: Perry (27), Kalinoski (8), Taylor (15), Osetkowski (6), Sima (7) –quinteto inicial– Pérez (0), Balcerowski (0), Barreiro (0), Díaz (2), Carter (8), Djedovic (0), Kravish (20).

REAL MADRID: Campazzo (14), Abalde (6), Musa (4), Ndiaye (2), Tavares (11) –quinteto inicial– González (6), Hezonja (10), Ibaka (3), Fernando (2), Llull (14), Feliz (7).

Parciales: 18-15, 39-36 (descanso), 64-55, 93-79.

Árbitros: Pérez Pizarro, Perea y Aliaga. Sin eliminados.

Incidencias: Final de la Copa de la Liga Endesa disputada en el Gran Canaria Arena, ante 9.870 espectadores.