Real Madrid 79

UCAM Murcia 63

REAL MADRID: Campazzo (9), Causeur (5), Hezonja (9), Musa (13), Tavares (8), -cinco inicial-, Poirier (6), Llull (0), Abalde (2), Rudy (14), Rodríguez (4) y Yabusele (9).

UCAM MURCIA: Hakanson (4), Ennis (6), Kurucs (11), Sleva (13) y Diagne (7) -cinco inicial-, Sant-Roos (4), Caupain (6), Radovic (4), Radebaugh (2) y Morin (6) .

Parciales: 18-16, 40-31 (descanso), 57-53 y 79-63.

Árbitros: Conde, Calatrava y Manuel. Eliminaron a Kurucs.

Incidencias: 11.337 espectadores en el Wizink Center.

El Real Madrid dio el segundo paso hacia el título de la Liga Endesa al superar de nuevo al UCAM Murcia, que en los partidos del Wizink Center no ha encontrado la recompensa a su esfuerzo en un combate desequilibrado en el aspecto físico y también en el talento. Los blancos están cumpliendo con lo esperado, aunque el invitado sorpresa a esta final no se lo está poniendo nada fácil y ahora irá a Murcia con el objetivo de prolongar la serie todo lo posible, aunque para ello tendrá que mostrar más acierto que en los dos primeros duelos.

Durante la primera parte, el Real Madrid se sintió de nuevo incómodo ante la actividad y la alternancia defensiva del UCAM, que sufrió el problema de faltas de sus pívots y tuvo que poner quintetos inhabituales. En todo caso, el equipo madridista no podía elaborar sus ataques con claridad, pero dio a su rival de su medicina con una zona y encontró en dos triples consecutivos de Rudy Fernández, que quizás jugó su último partido como local, la manera de coger diez puntos de ventaja al descanso.

Sin embargo, los murcianos, pese a la exigencia que llevan en el play-off, no se rindieron, se agarraron al partido con mucha fe y trabajo en el rebote y se colocaron a cinco puntos antes de acabar el tercer cuarto. Sus porcentajes en tiros de dos fueron muy bajos, por debajo del 30%, y eso les impidió aspirar a más. De nuevo, un triple de Rudy elevó la ventaja a diez puntos, mientras el UCAM Murcia, todo coraje, caía en errores por precipitación en algunos momentos y por falta de determinación en otros. De esta forma, el Real Madrid pudo manejar la goma y frenar todos los intentos de los pimentoneros de recuperarse, aunque no pudo vivir tranquilo hasta que otra vez Rudy metió su cuarto triple para sentenciar a dos minutos del final y retirarse al banquillo lleno de emoción por la extraordinaria ovación que le tributó la grada durante más de cinco minutos y que se prolongo una vez concluido el partido.

Ahora la final viaja mañana MIÉRCOLES a Murcia, donde puede quedar definida, aunque el UCAM querrá apurar sus opciones al amparo de su público. Allí ya cayó en Liga regular el Real Madrid, pero lo que le espera al conjunto de la huerta es poco más que un milagro. “Vamos a ver si podemos alargarlo un poco más”, deseó Sito Alonso, sabedor de que su equipo va al límite.