Serbia 95 - 86 Canadá

SERBIA: N. Jovic (8), Bogdanovic (23), Dobric (16), S. Jovic (2), Milutinov (16) -cinco inicial- Avramovic (10), Davidovac (4), Guduric (12), Marinkovic (4), Petrusev (0),

CANADÁ: Gilgeous-Alexander (15), Barrett (23), Olynyk (9), Brooks (16), Powell (5) -cinco inicial-, Dort (3), Alexander (0), Alexander-Walker (10), Edey (5), Scrubb (0), Ejim (0), Bell-Haynes (0).

Parciales: 23-15, 52-39 (descanso), 75-63 y 95-86.

Árbitros: Anaya (PAN), Rosso (FRA) y Mazzoni (USA). Sin eliminados.


Estados Unidos 111 - 113 Alemania

ESTADOS UNIDOS: Bridges (17), Brunson (15), Edwards (23), Hart (9), Jackson Jr (8) -cinco inicial- Banchero (6), Haliburton (7), Portis (5), Reaves (21).

ALEMANIA: F. Wagner (22), Obst (24), Schroder (17), Theis (21), Voigtmann (6) -cinco inicial- Lo (0), Thiemann (10), Bonga (3), M. Wagner (10) y Giffey (0),

Parciales: 31-33, 60-59 (descanso), 84-94 y 111-113.

Árbitros: Conde (ESP), Krejic (ESL) y Silins (LET). Eliminaron a Bonga.

La vieja Europa ha decidido marcar su territorio en el baloncesto FIBA y dejar bien claro que se puede jugar muy bien más allá de la NBA. Serbia y Alemania reventaron ayer la Copa del Mundo y dejaron a los aficionados filipinos sin la ansiada final entre las dos potencias norteamericanas. Canadá y Estados Unidos, con su combinación de 19 jugadores de la mejor liga del mundo, se enfrentarán mañana, sí, pero será en la lucha por el tercer y cuarto puesto. La batalla por el oro quedará para serbios y alemanas en una final que obliga a echar atrás el tiempo hasta 2002. Ese año, Yugoslavia logró su último título como tal y en su banquillo estaba Svetislav Pesic, que ahora con 74 años ha devuelto a Serbia a la final de la Copa del Mundo nueve años después de la que perdió en Madrid ante Estados Unidos. En 2002 Alemania logró su mayor éxito mundialista con el bronce. Dirk Nowitzki era la gran estrella de una selección en la que jugaba Marco Pesic, hijo de Svetislav, que también tiene la nacionalidad alemana tras residir y trabajar muchos años en ese país.

El oro tendrá, por tanto, el aroma a otros tiempos, a la exaltación del juego colectivo y del talento que han hecho Serbia y Alemania en esta Copa del Mundo. Ellos también tienen jugadores de la NBA, pero integrados perfectamente en un sistema que ensalza sus virtudes cuando juegan con reglas FIBA. Los balcánicos superaron a Canadá con calidad y defensa, algo que ayer olvidaron los canadienses. En realidad, esta vez el criterio arbitral fue distinto y su agresividad fue sancionada. Shai Gilgeous-Alexander se metió pronto en problemas de faltas y eso le hizo perder el hilo del partido. En cambio, en el equipo balcánico emergió de nuevo Bogdan Bogdanovic, que ya había demostrado su clase en Europa antes de emprender una carrera en la NBA en la que ejerce de actor secundario. El exjugador del Partizan y el Fenerbahce dominó el partido con buenos porcentajes y conexión con sus compañeros para elevar a una selección que no ha echado de menos a Jokic y Micic.

Después, Alemania superó a Estados Unidos en el mejor partido del torneo, al menos el más atractivo. Los germanos aún no han perdido un partido en esta Copa del Mundo y no es algo casual porque tienen físico y recursos técnicos para hacerse valer. Desde el principio, fueron valientes y aceptaron el ritmo alto de los americanos, que no ganaron el rebote y sufrieron ante la buena circulación de balón de su rival. De ella emergió Andreas Obst, jugador del Bayern y ex del Obradoiro, para meter triples claves, sobre todo el que a un minuto del final apagó la reacción estadounidense. Los hermanos Wagner, Schroeder o Theis se gustaron también ante jugadores a los que se enfrentan habitualmente y que no tuvieron suficiente con el buen papel de Edwards o Reaves. Los de Steve Kerr pensaron que con sus buenas individuales iban a poder ganar, pero se toparon con un bloque muy sólido que en el momento decisivo tomó buenas decisiones para lograr un triunfo histórico.