El Bidaideak BSR encarriló lo que parecía una empresa muy complicada y está muy cerca de lograr el pase a los cuartos de final de la Champions Cup de baloncesto en silla de ruedas tras cerrar la primera jornada con dos victorias ante los dos rivales, en teoría, más potentes y un muy jugoso average general. El mérito de lo conseguido es aún mayor porque el conjunto de Txurdinaga no puede contar en esta fase con el internacional David Mouriz, uno de sus jugadores principales, por culpa de una infección dental. Con un triunfo más hoy ante el Le Cannet (11.15 horas) y el Manchester (18.00 horas), el Bidaideak logrará una de las dos primeras posiciones, que era el objetivo planteado por el club vizcaino.

En el partido que abrió esta fase preliminar de la Champions Cup, presenciado por el alcalde Juan Mari Aburto y la diputada de Deportes Lorea Bilbao, entre otras autoridades, el Bidaideak BSR se impuso con más comodidad de la esperada (73-62) al Amicacci Abruzzo, sobre todo después de una primera mitad en la que los italianos llegaron a mandar por seis puntos de ventaja. Los anfitriones empezaron algo nerviosos y fallones en tiros cómodos, con Giulio Papi muy apagado antes sus compatriotas. Asier García, con un triple-doble de 23 puntos, 16 rebotes y 17 asistencias, llevó el mando como siempre sin descansar ni un segundo y Txema Avendaño le respaldó con la anotación en la primera parte.

Tras el descanso, el Bidaideak mejoró su defensa y su ataque empezó a fluir, ahora con Papi ya más involucrado y con James McSorley acabando contraataques, además del gran trabajo de Mariana Pérez sin balón. Los bilbainos, apoyados en la calma que transmitía Asier García, alcanzaron una ventaja cercana a los veinte puntos que les permitió llegar sin apuros al tramo final en el que el Amicacci intentó arriesgar en defensa.

Revancha jugosa

Por la tarde, llegaba el esperado duelo ante el Galatasaray, considerado el gran favorito para hacerse con una de las plazas en los cuartos de final, y los jugadores de Adrián Yáñez firmaron un partido soberbio de principio a fin para tomarse revancha de la derrota de 2018 en la final de la Euroliga (63-89). La superioridad física de los turcos quedó anulada por la gran defensa del Bidaideak, que obligó a su rival a estirar las posesiones al límite y se cargó de confianza en ataque. El acierto desde los primeros ataques ante una defensa muy hundida permitió a los bilbainos tomar ventaja y llevar siempre el ritmo alto que les interesa. Papi cumplió con su papel desde el inicio y con 18 puntos al descanso acompañó a un Avendaño decidido en sus lanzamientos.

El Galatasaray, de forma sorprendente, no mostró atisbo de reacción en la segunda mitad y el Bidaideak siguió con el acelerador a fondo hasta superar los 30 puntos de ventaja (47-78), una distancia inesperada, pero merecida por el gran trabajo de los bilbainos. La defensa planteada por el técnico vizcaino mantuvo siempre alejados del tablero a los hombres grandes del conjunto turco, que no encontró soluciones. El desarrollo del choque permitió, incluso, que Asier García descansara durante doce minutos pensando en la decisiva jornada de hoy. No hizo falta que el capitán y jefe saliera más ya que Papi estuvo inmenso con 46 puntos y 22 canastas de 30 intentos..