UNI GIRONA: Cornelius (2), Drammeh (12), Tolo (6), Etxarri (4), Gardner (20) –cinco inicial– Araújo (7), Flores (0), Murphy (4), Parra (3), Bradford (1), Labuckiene (6).

LOINTEK GERNIKA BIZKAIA: Wojta (9), Spreafico (6), Ygueravide (13), Da Silva (0), Buch (6) –cinco inicial– Cvitkovic (4), Williams (2), Meskonyte (2), Mokango (5), Ariztimuño (2).

Parciales: 11-17, 27-22 (descanso), 51-34 y 65-49.

Árbitros: Sánchez, Zamora y Fanes. Sin eliminadas.

El Lointek Gernika tuteó al Uni Girona durante un cuarto, pero su resistencia física duró esos diez minutos y no pudo lograr su primera victoria fuera de casa en la Liga Femenina en la que acumula tres derrotas seguidas. El equipo de Anna Montañana mostró una buena imagen en los primeros minutos, mientras les piernas le acompañaron, y llegó a mandar por ocho puntos (8-16) después de ocho minutos de juego, pero en cuanto las locales elevaron la intensidad, aparecieron todas las carencias que aún acompañan al conjunto gernikarra.

La primera de ellas tiene que ver con el rebote que durante muchos minutos fue un drama en Fontajau. El debut de Chanel Mokango, pívot de 33 años y 1,96 metros que regresa al Lointek Gernika cinco años después, debe suponer una ayuda para el futuro en esa faceta imprescindible, pero ayer la pívot congoleña, recién llegada pese a que estaba fichada ya hace unas fechas, no pudo contribuir demasiado.

El incontestable dominio bajo los aros, personificado en los 16 rebotes de María Araujo, permitió al Girona ganar segundas opciones con las que paliar sus bajos porcentajes y hacerse con el mando ante un rival que se fue desordenando y estrellando sus ataques, con pérdidas o errores en los tiros, en una defensa con mucho contacto. Las de Bernat Canut pudieron correr y Gardner destrozó con sus penetraciones a las gernikarras, que no podían pararla.

Un parcial de 16-0 en el segundo cuarto fue un mal presagio. El Lointek Gernika pudo parar el golpe antes del descanso, pese a quedarse en solo cinco puntos en esos diez minutos, pero la tónica no mejoró tras el descanso, al contrario. Un triple de Spreafico, algo apagada últimamente, puso el 32-27 que fue el canto del cisne porque el equipo vizcaino seguía sin encontrar la fluidez, por culpa de la cohesión que aún le falta, ni el acierto y abusaba de las situaciones individuales sin que hubiera movimientos sin balón para encontrar mejores soluciones.

En ese momento en el que todavía había alguna duda por el resultado, apareció Drammeh para anotar dos triples seguidos y abrir una brecha que fue definitiva porque el Lointek Gernika, sin amenaza interior más allá de los puntos postreros de Mokango, no tenía armas para remontar un marcador que al final le golpeó duro y le obliga a seguir construyendo su identidad, ahora que al fin puede tener diez jugadoras disponibles.