Mario Nakic (Belgrado, 14-6-2001) es otro de esos jugadores que buscan progresar en su carrera mientras se alejan de la alargada sombra de Luka Doncic. El jugador serbio del Morabanc Andorra, que este sábado se mide al Surne Bilbao Basket, es otro más de esa veintena de jugadores que se formaron en la cantera del Real Madrid y a los que Pablo Laso hizo debutar en el primer equipo. Nakic, que tambien fue MVP de la Euroliga junior, lo hizo con apenas 16 años en un choque ante el Gran Canaria, también disputó nueve partidos en la Euroliga, pero no tuvo ni, probablemente, tendrá el impacto del prodigio esloveno porque eso es imposible. Lo cual no quiere decir que no vaya a tener un buen recorrido en la élite y para ello abandonó hace dos años el exigente ecosistema madridista.

Entonces, se incorporó al Ostende belga, un club con buena fama en el desarrollo de los jóvenes, con el que pudo disputar muchos minutos y firmar unos números destacados. Allí volvió a coincidir con el senegalés Amar Sylla, otro producto de la cantera madridista, aunque en su caso no llegó a debutar en lo más alto. El pasado verano en el Principado apostaron por Nakic como un proyecto de futuro que poco a poco se va abriendo paso para confirmas unas condiciones inmejorables para el baloncesto: 2,02 metros y habilidades para hacer un poco de todo en la cancha. El alero serbio forma parte de la rotación del conjunto andorrano con 13 minutos de media por partido y 4,4 puntos de media porque, de momento, el protagonismo es para otros compañeros.

“El trabajo duro es la única manera de lograr algo en la vida. Sea lo que sea que estés haciendo, ya sea en deportes o negocios o lo que sea, esa es la única forma de tener éxito”, comentó Mario Nakic a la web de la FIBA durante su etapa en el Ostende. En su caso, de casta le viene porque es hijo de Ivo Nakic, exjugador croata que ganó la Copa de Europa con la Cibona de Drazen Petrovic y el Partizan de Djordjevic y Danilovic y también militó una temporada en el Manresa. “Él es de la vieja escuela y entiendo por qué me hablaba así”, dice el chico sobre su padre, que en sus tiempos fue considerado un traidor en Croacia porque el estallido de la Guerra de los Balcanes le pilló jugando para el club de Belgrado, donde nació Mario.

COMPARTIR VESTUARIO CON GRANDES ESTRELLAS

En su segunda campaña en el baloncesto profesional, Nakic progresa poco a poco y pule sus fundamentos. “Si tuviera la mitad de tiro que mi padre, ya sería feliz”, apunta un jugador que, como su progenitor, aprecia la oportunidad que supuso compartir tiempo con grandes estrellas como el propio Doncic, Llull, Rudy Fernández, Felipe Reyes o Tavares. “Me ayudó mucho, como creo que les ayudó a todos los jóvenes que debutamos en el primer equipo del Real Madrid. Aprendí mucho, pero sobre todo también fuera de la cancha, como cuánto necesitas cuidar tu cuerpo y cómo es ser un profesional en todos los sentidos”, explica Mario Nakic.