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Como si fuese la primera vez

El Bilbao Basket busca colocar el 2-0 en su serie ante un Palencia que tratará de revolverse

Como si fuese la primera vezJosé Mari Martínez

Bilbao - Diez minutos. Quince a lo sumo. Este es el tiempo de disfrute que concedió Álex Mumbrú a los suyos después del éxito del viernes para abrir la serie de cuartos de final ante el Palencia. El técnico catalán es sumamente cortoplacista en cuanto a objetivos y aspiraciones, centra su foco en lo más inmediato. Antes de que arrancara la eliminatoria reconocía que le costaba hablar de la globalidad de los cinco choques que pueden llegar a celebrarse, que lo primero era lo primero y entonces tocaba el choque del viernes, resuelto ya con un magnífico 93-73. Desde esa noche, lo primero paso a ser la contienda de hoy, en la que los hombres de negro aspiran a colocar el 2-0 en el casillero antes de viajar a tierras palentinas.

“El segundo partido será distinto”, advirtió Mumbrú en sala de prensa para evitar cualquier tipo de relajación en sus filas y en ese entorno que les llevó en volandas -para hoy se espera incluso una entrada mejor-. El Palencia opuso resistencia durante 28 minutos antes de perder pie como consecuencia de un parcial de 18-2 y se espera que hoy actúe con la fiereza del que no quiere regresar a su feudo con la soga de la eliminación al cuello. Es por ello que bien hará el Bilbao Basket en saltar hoy a cancha como si fuera la primera vez en esta serie, como si el triunfo del viernes no hubiese existido y todo estuviera equilibrado. Los de Carles Marco, pendientes del estado físico de Aitor Zubizarreta -el trabajo defensivo del base guipuzcoano, que se torció un tobillo justo antes del descanso, es fundamental para los visitantes-, cuentan con sobradas armas como para subirse a las barbas bilbainas.

El conjunto anfitrión gobernó el partido a base de actividad, velocidad e ímpetu. Fue muy superior a su rival en las distancias cortas -su juego interior abrumó al rival-, dominó el rebote y su defensa, bien armada salvo un pequeño bajón en el ecuador del tercer cuarto, provocó muchas pérdidas al rival. Sin embargo, el Palencia se mantuvo en partido merced al potencial anotador de su juego exterior, con Calvin Hermanson (20 puntos) activando su amenaza triplista, Jordi Grimau (17) actuando con maestría al poste y penetrando con acierto y Steve Vasturia (13) tirando de calidad y juego global. Ambos entrenadores querrán tapar sus carencias y explotar sus virtudes, por lo que habrá que estar atentos a sus ajustes.

En las filas bilbainas, Jaylon Brown, Ben Lammers y Leonardo Demetrio llevaron la voz cantante en ataque mientras jugadores como Tomeu Rigo y Osvaldas Matulionis lideraron la parcela defensiva. A Mumbrú le queda fondo de armario, jugadores que todavía pueden mejorar sus prestaciones, pero lo mismo ocurre en el bando contrario. Será difícil ver otro duelo con un rosco en el casillero de puntos de Urko Otegi. O que Moussa Kone quedé desactivado prácticamente de salida por cometer cuatro faltas en apenas tres minutos. En esta eliminatoria queda todavía mucha tela que cortar y así la debe afrontar el Bilbao Basket. Como si nada hubiera acontecido el viernes. Como si fuese la primera vez.