Bilbao - Sería como poner la guinda al pastel porque hace un par de meses cerrar la primera vuelta con siete victorias en su zurrón hubiese sonado a música celestial para el Bilbao Basket, a bocado suculento. El conjunto vizcaino tratará hoy de dar continuidad al buen momento por el que atraviesa en Miribilla -tres triunfos seguidos ante Estudiantes, Unicaja y Joventut- para hurgar en la herida de un Obradoiro Monbus que comparecerá en la cancha vizcaina con constantes vitales absolutamente opuestas a las de su rival. El conjunto gallego arrancó la campaña muy rumboso, desatado. Su balance inicial de 7-2 puso incluso la clasificación para la Copa al alcance de su mano, pero sus últimos siete encuentros se han saldado con derrotas. Así son las cosas en la Liga Endesa y así funcionan las rachas y las dinámicas: un triunfo local esta tarde supondría un sorpasso en la clasificación. Ver para creer.
El conjunto de Veljko Mrsic lleva ya varias semanas ofreciendo una imagen compacta y reconocible y en el Bilbao Arena ha alcanzado una sostenibilidad que es fundamental para un conjunto de la parte baja de la tabla. Por eso sería tan importante batir hoy a los de Moncho Fernández: porque supondría abrir todavía más hueco con la zona de descenso de la tabla, colchón que podría llegar a ser de tres triunfos, y porque serviría para cimentar la sensación de crecimiento y mejora que el equipo ha ofrecido últimamente. Eso sí, en el horizonte azul del Bilbao Basket ha aparecido en las últimas horas un nubarrón en forma de lesión de Mickell Gladness. Mrsic quiso relativizar el viernes la mala noticia. Hizo pública su confianza en los otros dos pívots del equipo, Devin Thomas y Vasilije Vucetic y habló de “conceptos de defensa colectiva” para camuflar su baja, pero no cabe duda de que la ausencia del de Alabama se dejará notar, sobre todo en labores de retaguardia. Y es que da la casualidad de que uno de los puntales del Obradoiro es el gigantón Artem Pustovyi, para cuya defensa Gladness era ideal. El ucraniano es, con sus 2,18 metros de altura, uno de esos jugadores capaces de desequilibrar un partido con su mera presencia -en defensa, con su intimidación; en ataque, con sus continuaciones hacia el aro- por lo que el conjunto vizcaino deberá hacer una gran labor grupal para que no sea decisivo. Además, el Obradoiro recupera a Matt Thomas, su principal artillero y acumula en su plantilla a otros pilares peligrosos como Eimantas Bendzius, Nemanja Radovic o Alberto Corbacho.
Al igual que Mrsic, Moncho Fernández tampoco escatimó elogios a la hora de referirse al rival: “Lo está haciendo francamente bien porque, además de sus tres victorias consecutivas en casa, compiten hasta el último momento, como en Andorra y Gran Canaria, que son partidos que podían haber caído de su lado también”. Para el preparador de los gallegos, “el Bilbao Basket es un equipo que juega muy bien porque son muy agresivos en la línea de pase y en el uno contra uno. Tienen las ideas muy claras y, además de esa agresividad, se trata de un equipo con mucho oficio, con mucha veteranía y con gente que conoce perfectamente la Liga. Tenemos que estar preparados para una batalla, en el sentido menos dramático de la palabra, pero sin duda este partido nos va a exigir mucho”.