Por inferioridad
lastrado por su falta de energía y con errores de bulto en defensa, el bilbao basket no encontró recursos para sorprender en valencia
bilbao - Algunas veces los deseos chocan de frente con la realidad y el partido de ayer en la Fonteta fue un ejemplo claro. El RETAbet Bilbao Basket quería mostrarse competitivo en una cita muy complicada, más aún tras el desgaste que le produjo el viaje a Lituania, pero fue imposible. La resistencia de los hombres de negro duró hasta el 11-14 del primer cuarto y hasta que el Valencia Basket encontró en el banquillo lo que necesitaba para cambiar el signo del partido: energía. Will Thomas salió como un huracán a la cancha y con su intensidad lideró el parcial de 17-2 que en lo que quedaba de cuarto y el principio del siguiente rompió el partido. El estadounidense ya dio una pista de lo que iba a ser el encuentro: 46 puntos sumaron los suplentes del Valencia Basket, solo siete los del Bilbao Basket, al que tampoco le funcionaron algunos de los titulares.
Quedaban muchos minutos aún por delante, pero el Bilbao Basket había cedido demasiado terreno para pensar en remontar. De hecho. nunca volvió a estar a menos de dos canastas de los valencianos. Dos triples de Bamforth pusieron el 46-41 mediado el tercer cuarto, pero fueron el canto del cisne antes de asistir a otro de esos súbitos hundimientos que se están haciendo frecuentes sin que nadie acierte a frenarlos a tiempo. Los últimos quince minutos estuvieron de más para un equipo que, en contra de lo que manifestó su entrenador al final del partido, no jugó bien.
Los 61 puntos fueron su peor anotación de toda la temporada para un equipo que no fue capaz de sostener el duelo físico que le propuso el Valencia Basket. Pedro Martínez ganó la batalla táctica a Carles Duran y defensivamente el Bilbao Basket tampoco encontró la manera de frenar un sencillo movimiento que los taronjas repitieron una y otra vez. Se expuso demasiado. Kravtsov amagaba con poner un bloqueo directo a uno de sus bases, rompía el movimiento para continuar hacia canasta y el sistema de ayudas y rotaciones del Bilbao Basket saltaba por los aires.
Los vizcainos querían ser agresivos, pero no todos a la vez. Sus piernas no acompañaban a lo planteado en la pizarra y el Valencia Basket encontró muchas facilidades en las líneas de pase para liberar el balón y encontrar tiros abiertos de sus cuatros, que el Bilbao Basket consintió como un riesgo a asumir, pero eso no supuso proteger su zona. Con los cincos muy lejos de la pintura, nadie entendió que había que cerrarse y proteger el rebote y en algunos momentos los jugadores de Duran cometieron errores de bulto que generaron cierta frustración en la cancha. Los locales fueron sumando posesiones añadidas y en cuanto lograron llevar el balón de lado a lado y estuvieron mínimamente acertados, se fueron sin despeinarse por encima de los 20 puntos de ventaja. Si tenían algún problema sumaban desde el tiro libres (25 lanzaron por solo 7 del Bilbao Basket) para prolongar una lucha que acabó siendo muy desigual.
con el pie cambiado Al final, los hombres de negro sufrieron el gran potencial de la plantilla del Valencia Basket, pese a que Dubljevic y Sastre no jugaron, y los rigores de un partido que no les llegó en el mejor momento. Les faltó la frescura física imprescindible para tratar de sorprender y jugaron siempre con una marcha menos. En un duelo entre iguales hasta ayer, el equipo de Pedro Martínez marcó su territorio y el Bilbao Basket volvió a dejar claro que no está en su mejor momento. Salvando el tramo final del encuentro ante el Alba Berlín, no está logrando imponer su defensa, lo que le lleva a jugar más de lo que le gusta a medio campo, a sufrir altibajos en el ritmo de juego y en el nivel de acierto y, como consecuencia, a estar demasiados minutos por detrás en el marcador.
Con todo, lo peor de ayer fue el resultado porque le deja con un average positivo muy escaso pensando en la Copa, en que el próximo visitante de Miribilla será el Real Madrid y en posibles empates al final de la primera vuelta. Y es que cuando no se puede ganar hay que saber perder por poco, algo que al RETAbet Bilbao Basket se le está olvidando en sus últimos compromisos. El Fuenlabrada es ya el próximo objetivo en un duelo decisivo para el futuro en la Eurocup en el que no se podrá hacer regalos.