Bilbao - Nadie esperaba al Laboral Kutxa Baskonia en Berlín por estas fechas. Ni ellos mismos ni sus rivales. Pero su singladura por la presente edición de la Euroliga ha sido tan notable, tan arrolladora, que su presencia en su quinta Final Four -Moscú’05, Praga’06, Atenas’07 y Madrid’08, además del play-off final de 2001- se ha convertido en tan merecida como amenazante para sus rivales, el primero de ellos el Fenerbahce en la segunda de las semifinales (21.00 horas, después de que a las 18.00 midan sus fuerzas CSKA Moscú y Lokomotiv Kuban). El equipo que dirige Velimir Perasovic, a base de verticalidad, juego rápido, efusividad triplista, defensa sin cuartel y el dominio de Ioannis Bourousis desde el puesto de pívot, se ha convertido en la gran sorpresa del presente curso en la máxima competición continental y ha desembarcado en Berlín con la ilusión por bandera y sin absolutamente nada que perder ante rivales mucho más potentes desde el punto de vista presupuestario.
Tras barrer en los cuartos de final al Panathinaikos, el conjunto alavés se cruzará en la antesala de la gran final al Fenerbahce, para muchos el gran favorito a levantar el título después de dejar en la cuneta al Real Madrid, vigente campeón, en la ronda anterior. Si la presencia en el banquillo de Zeljko Obradovic, el entrenador más laureado del máximo torneo continental con ocho títulos y 16 participaciones en una Final Four, o el hecho de contar desde la grada con el respaldo de unos 7.000 aficionados no fueran suficientes avales, el plantel turco presenta en su asalto al cetro europeo un plantel largo, experto y rebosante de calidad, sobre todo ahora que ha recuperado al pívot checo Jan Vesely, uno de los jugadores más desequilibrantes de la Euroliga. Junto a él, Obradovic cuenta con piezas como Bogdan Bogdanovic, Luigi Datome, Bobby Dixon, Pero Antic, Kostas Sloukas, Nikola Kalinic, Ricky Hickman o Melih Mahmutoglu para su propuesta de baloncesto, que consiste en dominar a sus rivales desde la retaguardia.
Por su parte, el Laboral Kutxa opondrá al granítico cuadro turco la chispa y explosividad que le ha llevado hasta Berlín, jugando en todo momento a lomos de su dinámica pareja de bases: Darius Adams y Mike James. Absolutamente irregulares el pasado curso, ambos han dado un tremendo paso al frente con la llegada de Perasovic al banquillo. Han minimizado errores y maximizado su potencial, destruyendo a no pocos equipos con sus tremendas rachas de anotación. Además, la presencia en pista de Bourousis proporciona al cuadro gasteiztarra otro director de juego en pista, pues el pívot griego, soberbio en la presente campaña, es un brutal generador de juego desde la posición de cinco. Junto a ellos, el baskonismo espera mucho de los Blazic, Bertans, Tillie y Hanga, mientras sueña que el capitán, Fabian Causeur, pueda echar una mano tras su larga lesión.
“Hemos hecho un trabajo genial para llegar hasta aquí”, aseguró ayer, ilusionado, Perasovic, que no dudó a la hora de colocar el cartel de favorito al Fenerbahce: “Tendremos que hacer un gran trabajo si queremos avanzar”. Por su parte, Obradovic quiso ensalzar el potencial de la escuadra alavesa, de la que destacó su rotación exterior. “Tienen tres grandes bases: Adams, James y Ioannis Bourousis”, bromeó.
Duelo ruso En la otra semifinal, el todopoderoso CSKA Moscú intentará dejar atrás sus recientes malos recuerdos en las Final Four -siempre llega con la vitola de favorito, pero lleva años abrazado a la decepción- y tendrá como primer escollo al Lokomotiv Kuban, novato en estas lides y conjunto que derrotó al Bilbao Basket en la final de la Eurocup de Charleroi. “El CSKA tiene el jugador más valioso del torneo, al mejor jugador defensivo y al mejor anotador. Uno podría preguntarse qué se nos ha perdido aquí a los demás”, bromeó ayer Georgios Bartzokas, técnico de los de Krasnodar al referirse a un equipo que tiene en nómina a Nando de Colo, Milos Teodosic, Kyle Hines o el exhombre de negro Aaron Jackson, entre otros. Según las casas de apuestas, es el gran favorito al título, seguido por Fenerbahce, Lokomotiv y Baskonia.