bilbao - El Dominion Bilbao Basket hizo lo que procedía y logró la primera de las tres victorias que necesita para alcanzar el play-off. Los dos equipos estaban necesitados de sumar y, al final, la mayor calidad global de los hombres de negro frente al ICL Manresa se impuso en un partido que se afeó a medida que pasaron los minutos. El equipo de Sito Alonso anotó más de un tercio de sus puntos en el primer cuarto, pero a partir de ahí el partido se enredó en las dos mitades de la cancha hasta llegar a ese rato de cuatro minutos y medio en el que ni los locales ni los visitantes llevaron un punto al marcador del Bilbao Arena.

Los manresanos dependen mucho de Dejan Musli y, aunque el pívot serbio acabó con 37 de valoración, la mayor de la jornada, su influencia en el juego bajó en el segunda parte cuando la defensa bilbaina le ató mucho más en corto y él mismo acabó acusando el esfuerzo. La victoria del Bilbao Basket se fraguó en la tarea defensiva que en los primeros minutos le permitió correr para sumar canastas fáciles en un ritmo alto y que más adelante le permitió salir del atasco en que se había metido hasta permitir al Manresa colocarse a dos puntos en el tercer cuarto.

Porque el conjunto vizcaino volvió a incurrir en el mismo error de otros días y, seguramente en busca de dosificar sus gastadas energías, ralentizó el juego más de lo debido. En muchos ataques se consumían demasiados segundos en botar sin sacar ventajas, se retenía la circulación a la espera de algún movimiento o acababa el balón en el poste bajo con pocos segundos para poder resolver en el uno contra uno. Los pívots tuvieron dificultades para interpretar y utilizar los espacios interiores, sobre todo un Marko Todorovic al que se vio desubicado, y su mayor aportación estuvo en el rebote. Ayer, por ejemplo, costó horrores hacer llegar el balón a los pívots y Musli concluyó el partido sin ninguna falta en su contra después de 35 minutos de juego. El cinco del Manresa pudo estar así pendiente de los posteos de Mumbrú, que no fueron eficaces para finalizar, aunque sí para generar juego y firmar siete asistencias.

el mejor ruoff Las soluciones debían llegar desde el perímetro, que también funcionó con intermitencia, y seis puntos consecutivos de Bertans permitieron abrir de nuevo diferencias al final del tercer cuarto cuando el Bilbao Basket volvió a recuperar el ritmo y la movilidad en ataque. Cuando en el último parcial, después de ese tramo de baloncesto adormecido y adormecedor, el partido tenía que caer para uno u otro lado, surgió Alex Ruoff para anotar dos triples consecutivos y acabar con las hostilidades. Necesitaba el estadounidense un partido como el de ayer en el que abandonó la sombra de Bertans y Mumbrú para erigirse en hombre clave con su acierto desde el perímetro, que sirvió para dar algo de alivio a un baloncesto a ratos excesivamente farragoso en las situaciones de cinco contra cinco.

Los momentos de buen baloncesto del Bilbao Basket fueron contundentes ante un Manresa bien organizado, peor liviano, y eso le permitió lograr un triunfo que era ineludible. Con la primera premisa cumplida, las cosas siguen casi como el domingo pasado, pero con una jornada más consumida. La séptima posición está ahora a una victoria, aunque el Iberostar Tenerife aprieta a la misma distancia antes del duelo clave que el Bilbao Basket jugará este próximo domingo en La Laguna ante los de Txus Vidorreta. Ese duelo será la llave del play-off para los dos equipos por lo que puede entenderse como una final, otra más de las que han jugado los hombres de negro esta temporada.