Bilbao - El Dominion Bilbao Basket se encuentra en una situación idéntica a la del final de la primera vuelta. Tiene que ganar los tres últimos partidos de la temporada para conseguir el objetivo, en este caso disputar el play-off por el título. Y habrá que confiar en que el equipo, a pesar del desgaste acumulado, pueda ofrecer la misma respuesta, más que nada porque ha demostrado que funciona mejor cuando se ve apretado que cuando el aire corre a su favor. El partido ante el Obradoiro fue otro ejemplo más de esta tendencia a ratos autodestructiva y a ratos enérgica, vigorosa y certera.

El problema de los hombres de negro es que no dependen de sí mismos en este pelea última. Con solo dos victorias más, tendrán muy complicado desbancar a uno de los equipos que tienen por delante y con tres no es seguro acabar entre los ocho mejores si el Unicaja, el Fuenlabrada y el Murcia desafían la lógica y no fallan. El Bilbao Basket es el único de estos cuatro equipos que tiene dos partidos en casa y uno fuera, el que jugará este próximo domingo en cancha del Tenerife. Los canarios aún cuentan también con dos partidos en casa, los dos próximos, y con posibilidades de colarse en el play-off, pero son muy escasas y eso les puede convertir en un juez decisivo contra los intereses de Sito Alonso y sus jugadores.

Sabiendo que ahora mismo tiene todo perdido, es de suponer que el Bilbao Basket asumirá riesgos, que es como mejor le va, porque no sabe especular y se enreda en el manejo de sus ventajas. Cuando mejor ataca, mejor defiende, algo que caracteriza a la mayoría de los equipos, por más que los entrenadores suelan empeñarse en sostener lo contrario. En el último partido, no supo jugar con el estado de necesidad del Obradoiro y se dejó comer la tostada en un segundo cuarto nefasto. Luego, no tuvo más remedio que lanzarse a tumba abierta en busca de una proeza que se le escapó en la prórroga cuando, de nuevo, partía en igualdad en el marcador.

Ganar en Santiago no suponía nada por sí mismo ya que la situación no cambiaba nada en cuanto a la necesidad de ganar los siguientes. Pero ahora el Bilbao Basket ya sabe que no puede fallar otra vez. A priori, el peor calendario lo tiene el Fuenlabrada, aunque cuenta con dos partidos de ventaja y una última bala en la recámara en casa ante el Murcia que es el partido que metería a los bilbainos en el play-off si ganan los tres partidos. La jornada de este miércoles aclarará aún más el panorama de un sprint final en el que los hombres de negro están obligados a remontar de nuevo, como hace 17 partidos.