bilbao - El pasado 1 de junio de 2015 Marko Todorovic se despidió de la afición de Miribilla después de que el Dominion Bilbao Basket perdiera el tercer partido del play-off ante el Valencia Basket. Parecía un adiós definitivo porque el jugador se había revalorizado y estaba fuera del alcance de las posibilidades del club, pero los giros del destino han provocado que el pívot montenegrino vaya a jugar de nuevo hoy como hombre de negro. Sin haber cumplido aún los 24 años, Todorovic, el mejor en su puesto la pasada temporada en la Liga Endesa, quiere volver a sentir se un jugador importante. En el Khimki firmó un buenísimo contrato por tres campañas, pero no ha podido mostrar ese “nivel de Euroliga” que Sito Alonso está convencido de que tiene. En su vuelta al Bilbao Basket, lucirá el dorsal 19 y espera contribuir a que el equipo se meta de nuevo en la pelea por el título.

Ha costado algo más de lo esperado desde que se puso en marcha, pero al fin se ha cerrado la operación de su vuelta a Bilbao.

-Sí, y estoy muy contento. Todo fue muy rápido porque en cuanto me dijeron que existía esta posibilidad de venir al Bilbao Basket no lo dudé. Estaba deseando que llegara este momento.

¿Qué espera de estos nueve partidos que quedan para acabar la temporada regular de la Liga Endesa?

-Espero ganarlos todos. No puedo esperar otra cosa.

¿Pero cómo se encuentra física y anímicamente? ¿Puede aportar desde ya mismo?

-Estoy con muchas ganas, esto te lo puedo asegurar. No he jugado mucho en los últimos meses, pero he entrenado mucho por mi cuenta y al margen del equipo. Puede que me falte por ello algo de ritmo de competición y ahora mi deseo es intentar cogerlo pronto en cuanto pueda meterme en los partidos con los compañeros. Por otro lado, conozco muchas cosas de la temporada pasada y eso va a hacer que todo sea más fácil. Además, estamos en un momento en que tenemos que aportar todos para sumar victorias.

¿Cómo ha encontrado al equipo?

-Bueno, vienen de una derrota dura en Málaga, pero les veo enteros y muy conscientes de lo que les queda. Creo que los jugadores están con ganas que quitarse el mal sabor del último partido y de ganar en casa porque es importante. Ante el Unicaja se perdió una muy buena oportunidad de ganar de nuevo como visitantes, además ante un gran rival, tras jugar muy bien, pero ahora solo tenemos que mirar para adelante.

¿Qué le ha comentado Sito Alonso sobre lo que espera de usted en estas próximas semanas?

-Él me conoce muy bien, he estado aquí el año pasado y ya sabe lo que puedo hacer para ayudar al equipo. Él sabe que ambición no me falta y que siempre voy a tratar de ayudar al equipo en lo que me pida. Siempre he pensado que lo primero es el bien del equipo y por ahí no habrá problemas. No sé aún lo que yo voy a poder ofrecer, pero desde luego lo más importante es que el Bilbao Basket gane partidos y cumpla los objetivos.

¿Han cambiado muchas cosas de la temporada pasada a esta en la manera de trabajar del Dominion Bilbao Basket?

-No, aunque acabo de llegar. Pero conozco a Sito desde hace mucho tiempo. Algunas cosas han cambiado, pero las básicas siguen siendo las mismas. He trabajado en estos últimos meses con dos entrenadores muy diferentes, pero no me está costando recordar las cosas que hacíamos la temporada pasada y confío en poder llegar lo más pronto posible al nivel táctico que está el resto del equipo. ¿Le gusta reaparecer en Miribilla o habría preferido hacerlo fuera de casa?

-Me encanta. No hay nada mejor que jugar un partido en Miribilla. Es lo que más he echado de menos en este tiempo, un pabellón con ocho o nueve mil personas. Esta temporada, quitando cuando jugamos en la cancha del Estrella Roja, ha habido muchos partidos en los que no hemos estado ni cerca de eso. Ahora quiero volver a disfrutar de esto, luchar por la afición y creo que el partido de hoy va a ser muy bonito y es perfecto para empezar de nuevo.

En el Khimki no ha tenido el protagonismo esperado. Estos meses que ha estado en Rusia, ¿los da por bien empleados?

-Siempre se puede aprovechar todo. Da igual si la temporada es buena o mala porque siempre se puede sacar algo positivo y aprender de cada experiencia. La pasada temporada fue muy bonita y me sirvió para mucho, por supuesto. Este año, hasta ahora, no ha sido tan bonito, pero también me está sirviendo. Ahora tengo dos meses para hacer que acabe bien, que es lo que cuenta, y al final no pensar que ha podido ser un año perdido. Por eso, aunque no jugaba mucho, he seguido trabajando duro con la intención de mejorar y de estar preparado por si llegaba una oportunidad. Por eso, no siento que haya sido un tiempo perdido.

O sea, no piensa que tenga nada que demostrar en estos dos meses que va a estar en Bilbao.

-No, en absoluto. Hablé con el nuevo entrenador del Khimki (Dusko Ivanovic) y me quedé tranquilo. Si pensara de esa manera, me equivocaría.