Tras la eliminación europea el Bilbao Basket vuelve a la realidad
Una realidad que el anterior curso le permitió exprimir sus recursos: jugar un duelo semanal
Bilbao - “No pudo ser. El acierto no nos ha acompañado, aun así luchamos hasta el final”. Álex Mumbrú, capitán de los hombres de negro, utilizaba las redes sociales para expresar el sentir del Dominion Bilbao Basket tras consumarse en Bandirma su eliminación de la Eurocup. El esfuerzo, rasgo innegociable en el vestuario vizcaino, no faltó en ningún momento; sí, sin embargo, el acierto, y los de Sito Alonso tuvieron que emprender ayer el larguísimo y pestoso viaje de vuelta hasta Bilbao masticando el amargo sabor de la derrota. Así las cosas, y con la mente puesta ya en la visita del domingo al Herbalife Gran Canaria, a los inquilinos del Bilbao Arena no les queda otra que centrar todos sus esfuerzos en los otros dos frentes que aún permanecen abiertos: la Copa, con el Barcelona como primer escollo el próximo jueves, y la Liga Endesa.
Y es que el Bilbao Basket vivirá a partir de la próxima semana un regreso al pasado, la vuelta a un ecosistema que el curso pasado le dio sobresalientes resultados: disputar un único encuentro semanal. Esta nueva realidad, que gusta más a entrenadores que a jugadores porque aumenta el tiempo de preparación para los encuentros pero mengua los minutos de competición, obligará al equipo a readaptar sus circunstancias y la gestión de sus recursos humanos a una nueva hoja de ruta. Los esfuerzos grupales bajarán a la mitad y las piernas de los jugadores más castigados no estarán tan exprimidas, pero las piezas menos utilizadas sufrirán también una merma de oportunidades, por lo que habrá que ver el rol que desempeñan a partir de ahora los Tobias Borg, Dejan Todorovic o Borja Mendia, el vizcaino mediatizado también por la llegada a la plantilla de Tautvydas Slezas, que será presentado hoy.
Por todos es sabido y valorado lo meticuloso que es Sito Alonso a la hora de preparar los partidos, la profundidad de su libreto de jugadas y su capacidad para desenredar los esquemas del rival a base de repeticiones y repeticiones y de simular todo tipo de alternativas. La pasada temporada, el Bilbao Arena se convirtió en un bunker en el que el técnico, sus ayudantes y sus jugadores exprimían toda la semana para preparar, con enorme éxito, el encuentro liguero de turno, algo que ahora podrán volver a hacer durante casi toda la segunda vuelta con el claro objetivo de clasificarse de nuevo para el play-off.
La importancia de Miribilla Uno de los objetivos en este segundo tramo de la campaña tendrá que ser, indudablemente, reconvertir el Bilbao Arena en campo minado para los rivales. Se trata, básicamente, de una cuestión de necesidad pues a medida que vaya creciendo el estado de necesidad de los rivales cada vez será más complicado arrancar victorias a domicilio, más aún si se tiene en cuenta que todavía quedan por visitar los feudos de Gran Canaria, Laboral Kutxa, Unicaja y Real Madrid.
Por contra, de los conjuntos con mejor balance que los hombres de negro a día de hoyúnicamente el Barcelona tiene pendiente todavía pasar por Miribilla, siendo el resto de los encuentros perfectamente asequibles para un equipo que deberá construir como local su camino para repetir presencia en las eliminatorias por el título. En la primera vuelta hubo que rascar mucho fuera de casa para corregir accidentes como los sufridos en el Bilbao Arena ante Movistar Estudiantes o Iberostar Tenerife y no quedar fuera de la cita copera, pero, por contra, las derrotas en casa ante Bayern y Banvit acabaron siendo una losa imposible de soportar en el Last 32 de la Eurocup.