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La racha no podía durar para siempre

La falta de acierto en los triples, sustento hasta ayer fuera de casa en la eurocup, condena a un exhausto bilbao basket a una dura eliminación

La racha no podía durar para siempre

bilbao - La racha inmaculada acabó el día en que no debía hacerlo y el Dominion Bilbao Basket se despidió de la Eurocup por esta temporada. Y quién sabe si por alguna más porque tal y como están las cosas en el baloncesto continental se hace difícil adivinar cómo, cuándo y en qué competición podrían los hombres de negro volver a pasear su camiseta por Europa en los próximos años. Hasta ayer, el Bilbao Basket llevaba siete victorias en siete desplazamientos, pero nunca había afrontado un viaje tan complicado y eso se notó en la falta de frescura durante todo el partido y en especial en los últimos cinco minutos, donde las trece horas entre Bilbao y Bandirma cayeron como una losa sobre los de Sito Alonso.

En esas condiciones, competir ante el Banvit se hacía complicado y el Bilbao Basket se vio obligado a remar contra corriente desde el principio. Cuando llegó a divisar la orilla e, incluso, puso pie en tierra con ventaja en el marcador, volvió a hundirse en un último cuarto en el que no tuvo ningún control de su juego. Los de Sito Alonso arrastraron todo el partido sus malos porcentajes de tiro desde la larga distancia. El equipo corre ese riesgo y debe asumir las consecuencias. Su recuperación en el marcador llegó en el tercer cuarto que cerró con ocho canastas de dos puntos en nueve intentos y tres triples de seis.

Pero en el último cuarto el Bilbao Basket volvió a obcecarse con el triple y hasta los dos aciertos finales de Hannah, que ya no servían para nada, el saldo era de un acierto en nueve lanzamientos, la mayoría de ellos sin la posibilidad de coger el rebote: dos ofensivos capturaron los bilbainos en toda la segunda parte. Además, cuando el partido estaba aún igualado, los bilbainos fallaron cuatro tiros seguidos de dos puntos y desaprovecharon el rato en que el Banvit parecía tocado y no especialmente inspirado. Luego, Fortson y Johnson tomaron la responsabilidad y castigaron los muchos errores del Bilbao Basket, al que ya no le respondían ni las piernas ni la cabeza.

En el baloncesto actual, los triples son muy importantes, mucho más para el Bilbao Basket y mucho más fuera de casa. En sus siete salidas europeas, solo en una, la de Ljubljana, se quedó por debajo de los diez triples anotados y siempre estuvo por encima del 35% de acierto. Ayer, llevaba ocho de 33, por debajo del 25%, cuando el partido ya estaba sentenciado y acabó con 10 de 35, un 28%. En un equipo con las jerarquías tan marcadas, el mal día de Bertans y Mumbrú (6 de 22 entre ambos) se pagó caro. En el Banvit solo anotaron seis jugadores, pero es que en los hombres de negro solo lo hicieron siete.

22 puntos menos Defensivamente, el conjunto de Sito Alonso estuvo a un nivel notable, pero se quedó en 65 puntos, 22 por debajo de la que había sido su media fuera de casa hasta ayer. Todo cambió en el peor de los días, aunque tampoco es extraño que eso ocurriera. Hasta ahora, el Dominion Bilbao Basket había rendido por encima de sus posibilidades en Europa. Ayer en Bandirma no pudo dar lo mejor de sí mismo y acabó condenado a una dura derrota sin posibilidad de enmienda que habrá que digerir en el viaje de vuelta. El sábado espera otro avión para viajar a Las Palmas, otro esfuerzo para una plantilla que ha puesto el listón muy alto. Estar siempre por encima resulta algo heroico, seguramente imposible.