ES la cuarta ocasión en la que visitan Bilbao y la ciudad, “encantadora”, no deja de sorprenderles gratamente. “El viernes por la noche subimos a Artxanda en el funicular y disfrutamos con la vista de toda la ciudad iluminada. ¡Vaya preciosidad! Nos gusta mucho, es una ciudad cómoda que te permite disfrutarla mientras caminas por ella”, apuntan mientras dirigen la mirada hacia los edificios de la Plaza Euskadi. Dina Bertane y Dainis Bertans asistirán esta tarde en el Bilbao Arena al segundo duelo entre sus hijos en una cancha de baloncesto, al derbi vasco entre el Bilbao Basket de Dairis y el Laboral Kutxa de Davis, y antes acceden a compartir charla con DEIA, con el cohete letón ejerciendo de traductor, para hablar sobre dos jugadores que a base de entrega y calidad se han ganado el cariño y el respeto de sus respectivas aficiones.
“Sí, sabemos que a Dairis le habéis vacilado mucho a raíz de un vídeo de un periodista de nuestro país en el que se nos ve en el partido de octubre en el Buesa Arena animando y aplaudiendo al equipo de Davis”, reconoce a carcajada limpia Dina, la más efusiva en las gradas aquella noche. “Era la primera vez que los dos se enfrentaban en una cancha y fue una sensación extraña. Por eso aquel día animamos al Laboral Kutxa. Esta vez animaremos al Bilbao Basket”, añade equipada con una camiseta de los hombres de negro. Para Dainis, lo mejor de estos duelos “es que siempre hay un hermano que gana, hay un motivo para la alegría” y pide al encuentro de hoy “que los dos jueguen bien. Si el Baskonia pierde, que Davis haga un buen partido”. Ambos reconocen que en el resto de los partidos no se centran tanto en el juego de sus hijos “porque lo importante es que ayuden a sus equipos a ganar”. “Siempre intentamos encontrar algún enlace por internet para seguir los partidos, el problema es cuando son a la misma hora. Ah, y en casa los vivimos con más tranquilidad”, aseguran.
Los hermanos Bertans son jugadores conocidos, y reconocidos, en toda Europa y hasta la NBA se ha fijado en ellos pero, ¿cómo son fuera de las canchas? Primero, palabra de madre: “Los dos han sido siempre muy, muy, muy, buenos niños, de verdad. En nuestra casa había mucha disciplina y ellos sabían lo que podían hacer y lo que no, que si hacían algo que no estaba permitido...”. “¡Nos podían matar!”, remata la frase Dairis mientras asiente con la cabeza. “Han sido muy buenos estudiantes en el colegio, no han dado problemas... aunque seguro que hay cosas que han hecho que nosotros no sabemos”, añade Dina mientras su hijo mayor, con picara sonrisa, remata: “Las hay, las hay; dentro de unos diez años llegará el momento de que las sepáis”. En opinión de su madre, los Bertans guardan mayor parecido en la parcela física que en lo referente a su forma de ser: “Davis es más cabezota; si empieza a hacer algo no para hasta terminarlo y si piensa de una manera la mantiene pase lo que pase. Dairis, en cambio, es más diplomático, lo que dice no es siempre lo que piensa”, resume, al tiempo que rescata de la memoria una divertida anécdota de la infancia de sus hijos de la que hay constancia en Youtube: el día que ambos desfilaron en plan militar en un gimnasio letón con las cabezas rapadas como si fueran balones de baloncesto: “Ese corte de pelo se lo hice yo en casa, no hubo nada de peluquería. Nosotros éramos profesores en su colegio y ellos siempre eran los chicos buenos, los que iban bien vestidos... Quisimos cambiar su look para que fueran diferentes del resto y salió eso. Fue divertido”.
Ambos hermanos se enamoraron muy pronto del baloncesto pero, ¿cuando tuvieron constancia sus padres de que los pequeños de la casa tenían lo necesario para llegar a ser profesionales? “Un hermano de Dainis que ya murió vio futuro en ellos cuando ni siquiera habían cumplido 10 años. Nos decía que iban a ser muy buenos profesionales, estaba seguro”, recuerda Dina, a lo que Dainis añade que “la certeza la tuvimos después del Campeonato de Europa sub’18 de 2007 en España en el que ambos ganaron el bronce con Letonia. Allí vimos que podían jugar al mismo nivel que los mejores de su edad”. Un año antes, la familia había vivido su primer cambio de aires, de Valmiera a Riga, para que sus hijos pudieran progresar en sus carreras: “Anteriormente ya les habían ofrecido a ambos marcharse solos a la capital, pero no accedimos. Dos niños de un pueblo en Riga sin nadie que les cuidara era peligroso. De todas maneras, sabíamos que era un paso que iba a haber que dar en algún momento porque era imposible que progresaran en nuestro pueblo. No fue una decisión muy difícil”, rememora Dainis, que en su día llegó a jugar a baloncesto en la máxima categoría de Letonia.
Salida al extranjero Davis, tres años menor que Dairis, fue el primero de los hermanos en abandonar Letonia al recalar en el Union Olimpija esloveno en 2010, cuando solo tenía 18 años. “Era muy joven pero por su carácter siempre supimos que le iba a ir bien, que se iba a manejar bien en el extranjero. Además, era un paso necesario porque en Letonia no había ningún equipo que le permitiera jugar a buen nivel”, afirma su madre. Finalmente, en el verano de 2013 Dairis puso también rumbo a Bilbao y la familia Bertans quedó diseminada por Europa. No fue un curso fácil, pues mientras el hermano mayor sufría los problemas económicos del Bilbao Basket, el más joven estuvo nueve meses alejado de las canchas por una grave lesión de rodilla. “Pese a los problemas, sabíamos que Dairis era muy feliz en Bilbao y estábamos convencidos de que las cosas se iban a acabar solucionando, que todo iba a salir bien”, señala Dina, a lo que Dainis añade: “Davis estaba lesionado pero en todo momento tenía claro lo que debía hacer para recuperarse, era positivo y eso nos ayudó a no preocuparnos mucho. Además, pudo hacer la recuperación en San Antonio con muy grandes profesionales”.
Y es que los derechos en la NBA del jugador del Laboral Kutxa pertenecen a los Spurs tras ser elegido en el draft de 2011 en segunda ronda por los Indiana Pacers, mientras que el escolta del Bilbao Basket jugó con Boston en las pasadas Summer Leagues. ¿Habrá en el futuro duelo entre hermanos en Estados Unidos? “¡Ojalá! Sería increíble, imposible poder imaginarlo hace unos cinco años”, exclama Dina. Pero antes queda camino por recorrer y hoy mismo, un derbi que disputar. ¿Un pronóstico? “Ahora que he visto jugar a los dos equipos, creo que ganará el Bilbao Basket”, dice la madre. “Uno de los hermanos vence seguro”, bromea el padre que acto seguido añade que “nunca hago pronósticos, en baloncesto es imposible hacerlos. El Bilbao Basket tiene la ventaja de que Baskonia jugó el viernes por la noche y luego tuvo que viajar. Eso cuenta. Ganará el que mejor defienda”. “O sea, nosotros”, sentencia Dairis, el hombre de negro.