bilbao - Raúl López sigue destapando el tarro de sus exquisitas esencias con la camiseta del Bilbao Basket. Con menos minutos que la pasada temporada, el base de Vic ha entendido perfectamente las exigencias de Sito Alonso y parece en condiciones de prolongar una carrera que los seguidores vizcainos querrían que no acabara nunca. Desde luego, la gente de su quinta, los juniors de oro de 1999, se resisten a abandonar el primer plano. Felipe Reyes ha sido el MVP de la Liga Endesa en noviembre, Pau Gasol vive una segunda juventud en los Bulls y Raúl López, que vuelve a disfrutar del baloncesto, sigue alegrando las mañanas a la afición de Miribilla. “Mientras el cuerpo aguante y tenga ilusión...”, insinúa.

El Bilbao Basket llega al derbi de hoy con un balance de 7-2. Quién nos lo hubiera dicho hace unos meses...

-Pues sí, evidentemente son muy buenas noticias. Eso nos da un plus de confianza para creer en lo que estamos haciendo, pero somos conscientes de que tenemos que mejorar. Es importante que esto lo tengamos siempre presente y a partir de aquí debemos seguir trabajando igual que hasta ahora o mejor.

¿Hace bien la gente en pensar en metas altas?

-La euforia nunca es buena, sobre todo desde dentro. Lo de fuera no lo podemos controlar, pero nosotros somos un equipo joven y no podemos caer en cosas que nos podrían desestabilizar. A todos nos gustaría estar en la Copa y en el play-off, pero debe ser consecuencia de un trabajo muy bien hecho y eso es algo que debemos tener muy claro. Aún queda mucho para pensar en este tipo de cosas.

Lo que sí ha hecho este balance es despojar de negatividad a todo lo que rodea al club, aportar algo de ilusión, al menos.

-La temporada pasada fue muy dura y empezar bien hace que todo sea un poco más fácil. Sabíamos que ganar nos iba a ayudar a estar arriba, que es al final lo que queremos todos, y también a estar más tranquilos y es lo que ha pasado.

El balance del equipo es casi inmejorable, pero ahora llega una parte muy dura del calendario con el objetivo de la Copa cercano, aunque se resistan a hablar de ello.

-Yo llevo muchos años en la ACB y ganar partidos es muy difícil. El calendario puede ser más o menos favorable, pero no es algo que haya influido hasta ahora. El mérito es nuestro por hacer las cosas bien. Por supuesto que vendrán partidos difíciles, rivales de la máxima entidad, pero hasta ahora hemos jugado en pistas difíciles y hemos sacado partidos. Pero todo esto no vale de nada si no queremos mejorar cada día. Esto es la clave para que al final no nos importe si el calendario es mejor o peor. Tenemos que llegar a ese punto en el que todo lo que pase en los partidos sea lo que hemos preparado en los entrenamientos.

Cuando empezó la pretemporada en El Fango, con pocos jugadores, ¿se imaginaba esto?

-El objetivo es el mismo del primer día: intentar ser el mejor equipo que podamos ser con los jugadores que somos. No es una cuestión de poner al equipo en una situación y ante una meta determinadas. Somos un equipo joven, con gente que acaba de llegar a la Liga ACB, pero queremos ser el mejor equipo dentro de nuestras posibilidades. Este es nuestro objetivo, luego donde nos ponga la clasificación, más arriba o más abajo, será donde nos merezcamos.

¿Y ese techo puede ser alto? Porque el equipo aún no ha podido estar entero en ningún partido.

-Ese techo nos lo marcaremos nosotros. Creo que tenemos medios y herramientas para ser un equipo muy competitivo. Tenemos que creer en esto y trabajar como los que más. No nos podemos permitir no ir fuerte, no dar el 100% en cada partido. Si tomamos esto como nuestra filosofía, tendremos muy buenos resultados.

Los veteranos del equipo hablaban al inicio de la temporada de disfrutar. Parece que lo están haciendo, lo mismo que el público.

-Esto es lo más importante. Sabemos que tenemos que cuidar a la afición, que nos tienen que ver dando el 100% y disfrutando. Sabemos lo importante que es tener una afición así y nosotros estamos contentos de ver que la gente está ilusionada con el proyecto, que cada partido tienen más ganas de venir a Miribilla y tenemos que responderles dando el máximo.

Esto es lo que explica el valor que tiene Bilbao para que ustedes quieran seguir jugando aquí, pese a todo.

-Está claro que no habría sido fácil involucrarnos tanto si no hubiéramos recibido tanto de la ciudad, del club y de la gente a la hora de intentar estar aquí como fuera. Es obvio que estamos a gusto, que queremos jugar aquí y tratamos de demostrarlo cada vez que saltamos en la cancha.

Sito Alonso ha sido muy bien recibido. A estas alturas de su carrera, ¿qué supone para usted jugar para él? ¿Un desafío, un estímulo...?

-Sí, es un reto más y me alegra tenerlo. En el momento en que creas que como jugador no puedas seguir aprendiendo cosas será el momento de decir basta. Yo aún creo en crecer como jugador, en mejorar en cada entrenamiento y esto es la clave para tener éxito. Sito es lo que nos aporta, este deseo de mejora continua.

Da la impresión de que la mezcla de veteranos y jóvenes ha dado una buena química en el vestuario.

-Sí, sí. Estamos contentos y a gusto jugando. La química se forja en los momentos buenos y también en los difíciles. Ahora mismo estamos en los positivos, pero sabemos que habrá momentos en los que no estemos tan bien, vengan las derrotas y ahí tendremos que ser un equipo maduro que es algo para lo que estamos entrenando al nivel que lo estamos haciendo.

Entonces, será el momento de los veteranos, de hacerse escuchar.

-Sí, creo que los jóvenes tienen suerte de tener a Sito como entrenador. Todos mejoran semana a semana y si los veteranos podemos aportar calma en algún momento complicado lo intentaremos. Pero todo pasa por entender que debemos entrenarnos cada día como si fuera el último.

Este papel de los veteranos está muy marcado en este Bilbao Basket. En la NBA el veterano es un jugador fundamental en cualquier vestuario, pero aquí siempre se le quiere poner fecha de caducidad.

-Bueno, es cuestión de cultura y no va a cambiar. Cuando llevas muchos años, la gente quiere ver caras nuevas. Pero mientras el cuerpo aguante, tengas ilusión y puedas aportar cosas al equipo, es lógico querer estar en un equipo. Seguramente, a esta edad hay cosas de cuando eras joven que no puedes dar, pero puedes ofrecer otras. Lo importante es saber asumir el paso del tiempo y que tu papel en el equipo va a ser diferente. Y, sobre todo, disfrutar haciéndolo.

Hace unas semanas, comentó que habló con Grimau de la posibilidad de retirarse juntos. No hay por qué pensar que eso vaya a ser pronto.

-Bueno, era una anécdota sobre lo de haber empezado en Badalona y haber podido seguir en Bilbao hasta el final. Pensar en la retirada es algo lógico a medida que cumples años. Tienes que ser consciente de algún día no muy lejano tocará dejarlo. Pero yo estoy centrado en hacer bien las cosas.

A usted se le ve fresco, atrevido a la hora de atacar el aro... ¿Es cuestión de físico, de estilo de juego...?

-No me he parado a pensarlo. Tenía ganas de jugar este año porque sabía que aún podía dar buen rendimiento y ser competitivo. Estoy centrado en hacer un buen año porque el equipo y la afición se merecen alegrías. Lo que pase más allá no me preocupa. Será inevitable, pero lo veo lejos.