bilbao. El Gescrap Bizkaia interrumpe la temporada cuando se encuentra en su mejor momento "por intensidad y equilibro" y viaja hacia su mejor marca de victorias consecutivas, situada en ocho. El Assignia Manresa fue ayer la víctima de un equipo que ha activado el modo rodillo y carece de piedad con los fuertes y con los débiles. "Nos ha costado ocho minutos entrar en el espíritu del partido, pero a partir de ahí hemos dominado todas las facetas. Hemos defendido con agresividad ante un rival que no es sencillo y hemos jugado bien en ataque. Creo que hemos disfrutados todos", comentó Fotis Katsikaris.
El técnico heleno volvió a hablar de que el Gescrap Bizkaia piensa a corto plazo, pero vaticinó que "con esta mentalidad podemos llegar lejos". "Sabemos cuál es la manera de trabajar y lo que cada uno tiene que hacer en el campo", señaló Katsikaris sin querer pensar en dónde llevará a su equipo esta racha de resultados. "Solo nos preocupa trabajar cada día para seguir mejorando porque aún podemos hacerlo", aseguró. La plantilla bilbaina gozará de dos días de descanso y el miércoles empezará a preparar el choque de la semana próxima ante el Montepaschi Siena.
Una de las buenas noticias fue el regreso a un buen nivel de Janis Blums que se compensó con la lesión de Roger Grimau, pendiente hoy de exploración. También Mamadou Samb gozó de una buena ración de minutos, aunque no tuvo éxito en ninguno de los tiros que intentó. Katsikaris fue comprensivo: "Estaba nervioso, quería hacerlo todo, pero estamos muy contentos con él. Tiene muchas cosas que trabajar porque aún es joven y es un jugador interesante".
nada que ver Jaume Ponsarnau tuvo que rendirse a la evidencia de que este Gescrap Bizkaia "no tiene nada que ver con el de la primera vuelta. Entonces, era un equipo que trataba de acostumbrarse a jugar dos competiciones de gran exigencia y nosotros lo aprovechamos". Ahora, sin embargo, los hombres de negro mostraron "más fuerza, más energía y más calidad" que el Assignia Manresa para lograr un triunfo amplio. El técnico catalán lo lamentó porque "empezamos el partido con buenas sensaciones, pero en el segundo cuarto hemos sido débiles de mente en defensa y eso nos ha perjudicado en ataque".
Ponsarnau se quejó también ya que su equipo empezó a pensar en otras cosas: "Hemos dejado de jugar, nos hemos empezado a preocupar del arbitraje y del nivel físico del Gescrap Bizkaia y hemos mostrado debilidad". La ausencia de Micah Downs por lesión tras el descanso supuso "mucho hándicap" y la posible remontada quedó muy lejos. "Al final, solo nos ha quedado apelar al amor propio porque muchos jugadores han estado más que espesos", concluyó el entrenador catalán.