bilbao. El base de Hartford ha dejado ya en el olvido el lamentable episodio del que fue foco de atención en el recinto madridista y apuesta por centrarse en el trascendental duelo de hoy. "No lo tomo como algo personal ni le doy importancia", asegura el base de Hartford ante el duelo de hoy, otra final en el camino europeo de los hombres de negro.
El pasado miércoles jugó un mal partido, pero el domingo firmó uno de los mejores con la camiseta del Bilbao Basket. ¿Lo siente así?
Para todo el equipo fue algo así. El miércoles fue un partido de Euroliga muy duro. Los dos queríamos ganar, pero ellos llegaron tras perder contra el Montepaschi Siena y estuvieron a un gran nivel. Nosotros no estuvimos a la altura y por desgracia sufrimos una dura derrota. El domingo volvimos a la Liga Endesa donde sabemos que somos un buen equipo y tenemos toda la confianza tras las últimas victorias y nos llevamos el triunfo. Fue una gran tarde de todos, yo solo fui uno más.
Demostraron de nuevo que por algo son los subcampeones de Liga.
El Real Madrid es un gran equipo, uno de los mejores de la ACB, y nos obliga a todos a dar lo mejor. Queremos estar cerca del nivel del año pasado, queremos hacer del Gescrap Bizkaia un equipo grande y partidos como el de este domingo nos acercan a ello. Estábamos muy motivados y fuimos capaces de ganar.
Su segunda parte del domingo fue increíble. ¿Se sintió imparable?
No es una cuestión individual, sino de equipo. El entrenador trazó un buen plan y con la ayuda de los compañeros logré encontrar buenas posiciones para hacer mi juego. Hemos estado en esta situación otras veces y sabemos lo que tenemos que hacer. Cuando lo hacemos, es difícil de pararnos, no solo a mí. Yo solo trato de hacerlo lo mejor que puedo para ayudar al equipo a ganar.
¿Quedarse fuera de la Copa ha liberado al equipo de presión?
Evidentemente, no nos ha gustado porque estar en la Copa era uno de nuestros objetivos. Pero ya es algo pasado que no tiene remedio. Lo hemos quitado de la cabeza rápidamente porque ahora tenemos que concentrarnos en otro objetivo muy importante como es acabar en la mejor posición posible para encarar el play-off con la máxima ambición.
Como el año pasado, el tercer partido de esta serie de tres contra el Real Madrid se juega en Bilbao. ¿Qué espera de él?
Sí, se parece mucho. Por suerte, hasta ahora hemos sacado los mismos resultados. El partido del domingo nos enseñó muchas cosas sobre cómo debemos afrontar el siguiente encuentro. Espero que seamos capaces de ganar también el tercero, como ya ocurrió la pasada temporada.
¿Piensan en el 'average' o lo dan por perdido?
Queríamos haber jugado un partido más apretado en Madrid, pero acabamos muy mal y no pudimos conseguirlo. Para mañana (por hoy) lo único que nos preocupa es ganar porque es la única manera de mantenernos vivos en la Euroliga y tratar de llegar a los cuartos de final.
¿Qué es lo que sucedió con Sergio Rodríguez?
Nada importante. Somos dos jugadores tratando de demostrar al otro quien es mejor y en el calor del momento cruzas algunas palabras. Pero no hay nada personal.
La gente de Madrid no entendió alguno de sus gestos.
Supongo que no. Jugamos en Madrid y ellos no están acostumbrados a perder allí y quizás pensaron que era una falta de respeto. Pero no hay nada de eso, nuestros seguidores saben que es algo para ellos. Quizás mi celebración pudo ser excesiva y ellos se metieron conmigo, pero no creo que haya que darle más importancia.
¿Tiene algún sentimiento de revancha para este partido?
No hace falta. No me lo tomo como algo personal, ni me enfado ni me vuelvo loco por ello. Si ellos lo hacen, le estarán dando más importancia de lo que tiene. A mí solo me importa el partido. No puedo distraerme con otras cosas porque lo que quiero es que el equipo gane, no tomarme ninguna revancha.
¿Cómo se está encontrando esta temporada? ¿Siente que está siendo algo irregular?
Puede ser, como todo el equipo. Creo que en la segunda vuelta vamos a mejorar mucho y a alcanzar el nivel que esperamos. Es algo que me pongo como un reto: el de ser más consistente, más agresivo en el ritmo alto que queremos. Quiero ser el Aaron Jackson que creo que puedo ser.
¿Siente que ha mejorado como pretendía en algunos aspectos del juego?
El entrenador está teniendo paciencia y me está ayudando en el proceso de ser un mejor director de juego. Él es exigente y yo no voy a dejar de trabajar para llegar al nivel que quiero, aunque a veces cuesta y he jugado malos partidos, claro. En todo caso, trato de adaptarme a lo que el equipo necesita, ya sea con puntos, con asistencias o con defensa.
Si juega al nivel que estuvo el pasado domingo, no hay límites para el equipo.
Lo agradezco, pero creo que si todos estamos como el domingo, si jugamos a ese nivel defensivo y ofensivo, podemos ser el equipo más difícil de batir y podemos batir a cualquiera en la ACB y en la Euroliga porque todos podemos tomar la responsabilidad para ganar los partidos.