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ALLÁ por el mes de noviembre, Chris Warren escuchó ruido de sables. Fotis Katsikaris cuestionó de forma contundente el rendimiento de uno de los jugadores que ocupa plaza de extracomunitario en el Bizkaia Bilbao Basket quien, según se comentó entonces, llegó a tener un pie fuera del equipo. La realidad es que el alero de Garland sigue en Bilbao y que está viviendo su mejor momento en su segunda temporada como hombre de negro.
"Ser yo mismo", es el lema que Warren repite varias veces en la conversación. Él es un jugador diesel, que, pudiendo hacer muchas cosas, en el Bizkaia BB debe compartir el protagonismo. "Creo que ha habido un cambio mental. Al principio, me costó ver la manera en que podía encajar en el equipo", reconoce. De aquellos rumores que auguraban su corte aprendió que "no debo preocuparme de lo que piensa la gente. Solo de hacer todo lo posible para que el equipo gane en cada momento que estoy en el campo". "Pero hemos perdido los dos últimos partidos, así que probablemente aún debo hacer más cosas para ayudar al equipo a ganar", precisa.
Chris Warren justifica aquel mal momento porque "mi rol no estaba claro, pero era un problema mío. Sólo tenía que ser agresivo, ser yo mismo y jugar de la manera que he hecho siempre y que me trajo aquí. Quizás lo estaba perdiendo porque quería demostrar otras cosas", explica. Aún así, siguió "trabajando duro" y aumentó su aportación en la cancha, que le ha devuelto la confianza del técnico, o viceversa.
Warren cerró la primera vuelta con 18 minutos de juego, 6,8 puntos y 2 rebotes y en los nueve choques de la segunda vuelta ha mejorado esos promedios hasta 26 minutos, 9 puntos y 2,1 rebotes, elevando también sus porcentajes de tiro. Además, se ha convertido en una de las armas defensivas de Katsikaris. "Estoy intentando hacer lo que el equipo necesita de mí y teniendo más protagonismo, como en otros equipos antes de venir a Bilbao. Ahora asumo un rol más importante y eso me está ayudando a mejorar", señala.
el mate de la copa Alejadas las lesiones que le atormentaron en su primera campaña en Bilbao, Chris Warren ha podido dar muestras de sus envidiables condiciones físicas. Aquel mate en el partido de la Copa ante el Caja Laboral, convertido en la jugada del torneo, fue quizás el punto de inflexión que necesitaba, el que demostró que el mejor Warren estaba de vuelta. "Aquel partido era muy importante para todos. Teníamos que demostrar nuestra calidad. Lo mismo sentía yo: estaba con confianza y ese era un buen día para tratar de hacer cosas y de conseguir una victoria importante, que por mala suerte no logramos", recuerda.
El inicio de la mejoría de Chris Warren coincide en el tiempo con un acontecimiento especial: el nacimiento de su primer hijo, Dominic Carmelo, que tuvo lugar en Bilbao, algo poco habitual en la vida de los jugadores estadounidenses: "Sí, es verdad. Pero quería estar presente cuando el niño naciera y eso era imposible si mi mujer se marchaba de Bilbao. Ella me hizo ese regalo y es el mejor regalo que me han hecho en mi vida". Ese bebé, que acaba de cumplir dos meses, "me ayuda a poner las cosas en su punto justo, a no pensar solo en baloncesto. Llegar a casa y ver a mi pequeño hombre sonreír me relaja, me limpia la cabeza. A veces, me ponía mucha presión y ahora veo que hay otras cosas más importantes".
Sin embargo, el alero texano no abandona su deseo de que el Bizkaia BB acabe la temporada "lo más fuerte que podamos". Warren admite que el equipo tiene "muchos altibajos" y que perder en Gran Canaria "fue duro porque controlamos el partido durante muchos minutos". "Pero lo importante es cómo reaccionamos a las derrotas. Creo que vamos a recuperarnos y que hoy vamos a poder sumar otro triunfo".
Chris Warren recuerda que el objetivo es llegar al play-off "y hay que olvidarse de lo que ha quedado atrás. Sabemos que si hubiéramos ganado alguno de estos partidos apretados estaríamos peleando por un objetivo mayor. Pero no podemos pensar en ello". La mentalidad tiene que ser "la de ganar siempre, la de un equipo grande que es a lo que queremos llegar". Y es que Warren considera que el techo del Bizkaia BB está más arriba que el sexto puesto que ocupa. "Tenemos grandes jugadores en todos los puestos. Sinceramente, podríamos haber estado en el Top-16 de la Euroliga, que en la Eurocup podríamos haber llegado al nivel del año pasado. No queremos cometer el mismo error de la pasada temporada. De ninguna manera".
Después, "nunca antes", llegará el momento de hablar del futuro. Chris Warren acaba contrato en junio y se encuentra en el proceso de obtener el pasaporte croata, "pero lleva tiempo y, por desgracia, no sé cuando podrá estar finalizado porque no depende mí". Sabe que eso le abriría muchas puertas, incluso la de continuar en Bilbao, algo que desea: "Tenemos buenas expectativas y serias opciones de llegar a jugar a un alto nivel en Europa. Bilbao sería un gran sitio para continuar mi carrera. Estoy en una gran ciudad, en un gran club y en la mejor Liga de Europa. Es lo que soñé siempre".