Kevin Durant estira sus largos brazos hacia el oro
Sus 38 puntos destrozan a Lituania y ponen a Estados Unidos en la final
ESTADOS UNIDOS: Billups (3), Durant (38), Rose (0), Iguodala (9) y Odom (13) -cinco inicial-, Westbrook (12), Gay (2), Curry (3), Gordon (3), Love (6).
LITUANIA: Kalnietis (10), Macilius (9), Pocius (13), Kleiza (4) y Javtokas (15) -cinco inicial-, Seibutis (0), Gecevivius (6), Delininkaitis (8), Jasaitis (5), Jankunas (4).
Parciales: 23-12, 42-27 (descanso), 65-53, 89-74.
Árbitros: Jungebrand, Fornies y Pukl. Sin eliminados.
Incidencias: 15.000 espectadores en el Sinan Erden Arena.
bilbao. Un triunfo más y el oro será de ellos. Estados Unidos ha ido dejando rivales a su paso y ya sólo le queda uno para reconquistar el Mundial 16 años después. El brazo de Kevin Durant destrozó también a Lituania, que tampoco encontró la manera de defender los tiros frontales de la estrella de Oklahoma City Thunder. El máximo anotador de la NBA no ha perdido la inspiración en el tránsito desde el final de la temporada anterior y con 24 puntos antes del descanso liquidó el asunto. Recibir y tirar, así de sencillo, no va mucho más allá la propuesta ofensiva de los americanos.
En defensa, es otra cosa. Su gran actividad en las líneas de pase les permite robar balones y anotar canastas fáciles que minan la moral del adversario. Con eso y los puntos de Durant, les llega para pasar de los 80 y colocarse muy cerca de las victorias. Lituania empezó bien, pero se equivocó al querer jugar uno contra uno ante los reyes de la especialidad. Javtokas no era suficiente amenaza cerca del aro y un extraordinario Lamar Odom en las labores de intendencia se bastó para cerrar la zona. Un parcial de 12-0, abierto y cerrado por Durant, supuso el principio del fin (21-11) del sueño del país del baloncesto.
sin acierto Estados Unidos elevó su renta hasta un 29-14 y los lituanos comenzaron a ir a remolque. Mal asunto. Dos triples de Martynas Pocius, ex discípulo de Mike Krzyzewski en Duke, para el 31-23 animaron el duelo y obligaron a Coach K a poner lo mejor en el campo. O sea, a Durant. Sin embargo, el duelo estaba desequilibrado porque el único NBA de Lituania, Linas Kleiza, tenía su peor día del torneo y tampoco Jasaitis, el mejor ante Argentina, le ayudó nada con sus tiros exteriores. Un triple de Durant tras dos tapones seguidos de Odom precedieron al descanso. Estados Unidos tenía encarrilado el duelo. Los triples de Maciulis, Kalnietis o Gecevicius, jaleados desde la grada por el legendario Arvydas Sabonis, no eran más que pequeños picotazos que apenas perturbaron la estructura y el plan de los NBA. Su defensa de poderosas piernas y rápidas manos era suficiente para contener a un rival cuya confianza iba y volvía sin un referente a partir del cual crear ventajas. Un par de aciertos recibían dos respuestas aún más contundentes de los americanos. Así hasta el final. O hasta que lo quiso Durantula que clavó su picadura mortal en 3.52 del final con otro triple (82-64). Saludo a la grada y a pensar en la final. Los largos brazos de Kevin Durant ya casi tocan la Copa. Detrás de él, está toda la selección USA.