El vicepresidente del Athletic, Mikel Martínez, se mostró ayer lunes optimista de cara la final de Copa del sábado, puesto que “la historia nos debe una” tras la cantidad de finales perdidas y porque los de Marcelino García Toral se enfrentan a un Barcelona “probablemente más asequible” que el que privó al club bilbaino de los títulos coperos de 2009, 2012 y 2015.

Para el dirigente, “es difícil predecir lo que sucederá”. “La teoría vale relativamente”, dijo, para seguido hacer un repaso: “Hemos vivido en lo que va de año una situación excepcional. La revolución con la llegada del nuevo equipo técnico; la vivencia de la Supercopa; la frustración del horroroso partido con la Real, que quizá pensamos que era más asequible, pero la teoría no vale para nada, fue un mazazo y todavía algunos no nos hemos recuperado; ahora nos enfrentamos a un Barcelona con el que tuvimos la mala fortuna de jugar tres finales de Copas en su mejor época, en la que era inalcanzable, y ahora vamos a jugar con un equipo probablemente más asequible”.

Martínez hizo hincapié en que “sobre todo, creo que la historia nos debe una. Lo de Bucarest, las Copas de Valencia, Madrid, Barcelona... Pensábamos que iba a ser la de la Real, pues ahora tendrá que ser la del Barcelona”. En este sentido, fue optimista: “No dudéis de que los profesionales se están rearmando al no haber ganado a la Real”.

Compartió que “es un bajonazo que no haya público” y que “no se puede celebrar nada”, pero pidió “sensatez”. “En general, por mucho que se intente criminalizar, la población tenemos un comportamiento adecuado. Que haya cosas puntuales... Impedir que no se despida al equipo es nuestra esencia. Que unos motoristas tutelen el autobús en la salida hacia el aeropuerto no se puede prohibir. Hay que hacerlo con sensatez”, expresó.