La final que muchos no querían jugar La final que muchos no querían jugary mucho menos perder por todo lo que había en juego, por ser un derbi histórico, único, ha caído del lado de la Real Sociedad, que ha puesto fin así a una sequía de 34 años. Llora Bilbao, Bizkaia y buena parte de Euskal Herria en una noche que ha podido ser histórica para el Athletic, pero en la que ha sido superado en todas las facetas del juego por un conjunto donostiarra mejor plantado y que se ha hecho acreedor de la victoria. Un penalti de Iñigo Martínez sobre Portu que ha transformado Oyarzabal le ha dado la gloria a la Real.

Sigue el mal fario de los leones con un torneo que han conquistado en 24 ocasiones, lo que hizo que el club fuera conocido durante muchos años como el rey de copas, pero que no ganan desde 1984. Demasiados años, más de una generación que no ha visto al Athletic ganar una Copa. Al menos, queda el consuelo de que en dos semanas, en el mismo escenario que esta noche, el conjunto rojiblanco podrá quitarse la dolorosa espina de la derrota ante la Real con la disputa de una nueva final, en esta ocasión ante el Barcelona.

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Las imágenes de la final de Copa Athletic-Real Sociedad

Con la gran mayoría de los futbolistas del Athletic lejos de su mejor versión, en un partido en el que solo ha rematado a puerta en dos ocasiones, ambos remates firmados por Iñigo Martínez, y en el que tampoco Marcelino García Toral ha sabido encontrar soluciones desde el banquillo, el conjunto rojiblanco ha hincado la rodilla.

ASI HA SIDO EL PARTIDO

El partido ha empezado con mucho respeto por ambas partes. El miedo a perder se respiraba en el ambiente y el tremendo diluvio que ha caído sobre La Cartuja en los primeros 20 minutos del encuentro no ha hecho más que aumentar las precauciones en uno y otro bando. Las intenciones de uno y otro equipo se han evidenciado desde el segundo uno, con el Athletic replegado, alternando una presión más elevado con un repliegue en su propio campo mientras la Real buscaba encontrar algún hueco por el que filtrar algún pase interior.

Al Athletic, que por momentos lo ha intentado buscando balones en largo a la espalda de los centrales, le ha faltado velocidad y, sobre todo, un mayor acierto en el pase, ya que muchos de los lanzamientos en largo de sus dos centrales o de Simón se han perdido en la cabeza de los defensores realistas.

Pese al mayor dominio del balón, el primer aviso del partido ha sido de los leones por medio de Raúl García, que ha buscado, sin ángulo, el disparo cruzado, que se ha marchado a banda. Una acción que ha nacido de una buena jugada de Berenguer, que se ha ido diluyendo tras un comienzo esperanzador. La Real, sin la claridad de otras citas en el centro del campo, ha encontrado en el costado de Yuri una especie de autopista por esa banda han llegado la mayoría de ocasiones de peligro que Yeray e Iñigo Martínez, imperiales en el primer acto, han echado al traste. Isak no ha encontrado ninguna posición cómoda de remate a pesar de los muchos intentos de Portu y Gorosabel por buscarle.

IÑIGO MARTÍNEZ, PROTAGONISTA

Desaparecido Muniain, el juego del Athletic ha sido bastante previsible y la mayoría del peligro ha llegado por la banda derecha. Eso sí, la mejor ocasión de los primeros 45 minutos ha sido obra de Iñigo Martínez, quien ha obligado al lucimiento a Remiro. Ese ha sido el único disparo entre los tres palos del primer tiempo.

LA DECISIÓN DEL VAR

El devenir del encuentro ha podido cambiar en la primera acción de la reanudación, cuando Estrada Fernández y el VAR han necesitado de dos interminables minutos para aclarar si había penalti por mano de Iñigo Martínez. Finalmente, el colegiado se ha mantenido firme en su decisión y ha señalado falta. Pero el central de Ondarroa ha sido protagonista minutos después, cuando ha derribado a Portu dentro del área tras un error manifiesto de Yeray en la salida del balón. Aunque en un primer momento el colegiado le ha expulsado, tras revisar la acción en el VAR ha decidido dejar la acción en amarilla.

Oyarzabal no ha perdonado desde los once metros y su gol, en el único remate entre los tres palos de la Real Sociedad en todo el partido, le ha dado el título al conjunto donostiarra ante un Athletic que ha acusado el gol y que no ha podido reaccionar a pesar de que por delante tenía media hora. Aunque ha intentado tirar de amor propio en los instantes finales, no siempre le iba a sonar la flauta a un Athletic acostumbrado a vivir en el alambre en demasiadas ocasiones.