Desde una ladera del monte Artxanda, el restaurante Kate Zaharra se asoma a Bilbao haciendo gala de una cocina tradicional que enmarcan en un ambiente rústico desbordante de personalidad. Además, su bodega le encumbra entre quienes buscan armonizar la comida con un vino especial.
Próximo a cumplir 25 años “y parece que fue ayer” cuando llegaba a esta ubicación de la mano de los hermanos Amancio y Patricio, hasta entonces al frente de la cafetería Miguel Ángel de la Gran Vía bilbaina.
Con constancia y buen servicio, que según perciben aprecia en gran medida el cliente, y en base al producto local de calidad, como los pimientos de Lezama, el tomate de su propia huerta... componen la carta. Al mismo tiempo, atienden a la temporada (alcachofas, perretxikos, espárragos...).
Platos estrella
Como plato estrella sirven los garbanzos con bogavante, pero cada día ofrecen recomendaciones fuera de carta, de viva voz. No tienen menús.
Los pescados del día les llegan en buena parte del puerto de Santander y de sus proveedores de confianza. Todo salvaje, en piezas grandes, para compartir, véanse el rape, besugo, rey, rodaballo... que preparan a la brasa en su mayoría. Al marisco, sin embargo, le dan el toque maestro en la plancha, como es el caso del camarón frito a la sartén.
Kate Zaharra Zabalbide, 221
Artxanda. Bilbao.
Tfno.: 944 46 13 47
En carnes apuestan por el ganado mayor procedente de Galicia. El chuletón a la brasa y el lomo alto se llevan la palma.
Para armonizar el ágape atesoran en su bodega 1.600 referencias de vinos de distintas D.O. y 200 de champagne. Y el colofón lo pone la repostería casera.
También eventos
En un caserío rehabilitado y distribuido en tres pisos, con la bodega en la planta inferior, brinda cuatro comedores para 180 personas en total.
Kate Zaharra permanece abierto todos los días del año para servicio de comida y acoge también eventos como bodas, comuniones o reuniones de empresa, con su empaque rústico. Cuenta con carpa a la entrada y terraza acristalada, ideal para tomar una copa en la sobremesa.
La comodidad del comensal está servida gracias a su parking propio. Así, a cinco minutos de Bilbao y muy cerca del aeropuerto, bilbainos/as y visitantes se pueden acercar a disfrutar del ágape en un ambiente tranquilo y rodeados de naturaleza.