El Athletic y el Real Madrid ya velan armas en sus respectivos hoteles de concentración de cara al nuevo clásico que disputarán esta tarde-noche, desde las 19.00 horas en San Mamés, un año después de que lo hicieran en estas mismas fechas en Bilbao y en partido, como ocurre en esta ocasión, adelantado a la décimo novena jornada debido a la participación de ambos en la Supercopa el próximo enero en Arabia Saudí.

Un duelo que aumenta la expectación en la masa social athleticzale, que confía en que se repita el triunfo de la pasada campaña (2-1), gracias a los tantos de Alex Berenguer y Gorka Guruzeta en la segunda mitad y decidido también por el penalti que Julen Agirrezabala, que hoy en día ejerce como cedido en el Valencia, detuvo al francés Kylian Mbapeé; aunque el conjunto rojiblanco se topará con un Madrid al que le ha aumentado la presión, ya que anoche vio en el hotel que se hospeda en Bilbao cómo el Barça vencía al Atlético de Madrid que afianza en el liderato a los azulgranas con cuatro puntos de renta sobre el cuadro merengue, que encadena tres empates consecutivos.

La situación con la comparecerá el Madrid en La Catedral es bien diferente a la de doce meses atrás, cuando entonces viajó a la capital vizcaina como líder de la liga y tras sumar tres victorias consecutivas. Pese a ello, el Athletic de Ernesto Valverde, que ocupaba zona de Champions pero que hoy está a cuatro puntos de distancia de puestos europeos, sacó su mejor versión para tumbar al equipo que dirigía Carlo Ancelotti.