Lo mejor y lo peor del Athletic-Mallorca
El Athletic recupera la sonrisa con una versión más eficaz
El Athletic puso ayer fin a su inercia negativa de resultados para recuperar la sonrisa y saborear la victoria siete partidos después, lo que le permite volver a los puestos europeos de LaLiga EA Sports. Fue un triunfo muy trabajado y sufrido ante un Mallorca que ya es colista y que buscó el empate hasta el último segundo.
Lo mejor: Una victoria que sirve para el reseteo psicológico
En el fútbol se suelen dar victorias que surten su efecto reparador como ocurrió con la que firmó ayer el Athletic sobre el Mallorca. Al colectivo rojiblanco le lastraban los resultados negativos tras caer en una inesperada tacada de siete partidos, cinco de liga y dos de la Champions League, sin ganar, lo que generaba su punto de alto estrés. Los leones jugaron bien muchos minutos, como lo habían también en Mestalla y en el Estadio de la Cerámica, pero en aquellos enfrentamientos encajaron sendas derrotas frutos de detalles diferenciadores. Ayer, el Athletic sí supo rentabilizar su dominio, sobre todo en el primer tiempo que fue abrumador, pese a que se fuera a vestuarios con una renta corta. Un éxito que nació a los 9 minutos, cuando Iñaki Williams trasformó un penalti cometido sobre él, por lo que ponía también fin a su sequía sin marcar que duraba trece partidos, o sea, potra de las noticias positivas.
Más allá del resultado, cabe destacar las buenas prestaciones que proyectaron dos de los fichajes de la presente temporada y a los que se echaba de menos que dieran un paso adelante y que gozaran de ese protagonismo que les hace meritorios de titulares. Robert Navarro demostró que puede aportar muchas cosas al colectivo rojiblanco y aprovechó la cita contra su exequipo para abrir el tarro de las esencias. Ese matiz emotivo a nivel personal le catapultó a la hoy en día es su mejor partido como león después de mantener la línea de juego que asomó el pasado miércoles en el segundo periodo en Dortmund, un paso adelante que también dio Jesús Areso, que ante el Mallorca se pareció mucho más al jugador que se activó en Osasuna y que propició que el Athletic soltara 12 millones de euros para su contratación. Sin olvidar mencionar a Alejandro Rego, un chaval de la casa que no olvidará este partido, en el que marcó su primer gol como león.
Lo peor: El sufrimiento por no saber sentenciar el partido
El Athletic no ganaba desde el pasado 31 de agosto, cuando superó al Betis en La Cartuja por 1-2. Ha tenido que pasar poco más de un mes para volver a hacerlo, aunque ello le generó una dosis innecesaria de angustia por deméritos propios. El gol es el maná del fútbol y el colectivo de Ernesto Valverde no presume de abundancia en la faceta anotadora ya que suma nueve tantos en ochos jornadas, es decir en el ránking medio-bajo de la tabla, una carencia que ayer pudo haber tenido consecuencias dañinas, porque los leones no supieron sentenciar el partido en una primera parte en la que gozaron un buen número de ocasiones como para haber aumentado su renta si especialmente Iñaki Williams o Nico Serrano hubieran estado más acertados de cara a la meta defendida por Leo Román.
Jugar con una mínima ventaja genera incertidumbre y muchos se temían lo que ocurrió cuando el Mallorca empató en su primer disparo a los tres palos de la portería rojiblanca. Más que un lanzamiento se trató de un centro-chut que superó por alto a Unai Simón, del que queda la duda interpretativa de si pudo hacer más por evitar el gol o ese balón envenenado era complicado de atajarlo. Da carrete a las tertulias. El Athletic parecía destinado a sufrir otro varapalo, como sí sucedió ante el Valencia y el Villarreal, compromisos en los que no sacó provecho de su dominio en los respectivos primeros tiempos, en los que gozó de ocasiones suficientes como para haberse llevado los tres puntos en vez de irse a casa sin nada en el zurrón. El parón le viene como agua de mayo para tomar oxígeno tras un calendario saturado y buscar la soluciones para corregir los déficits a nivel colectivo.