La seguridad de la final de la Europa League es algo que los organizadores tienen entre ceja y ceja. A menos de dos meses de que Bilbao acoja el partido decisivo del torneo europeo, los operarios continúan instalando el perímetro vallado que culminará en el denominado anillo de seguridad.

Tras el ensayo fallido del partido de vuelta contra la Roma, en el que hubo altercados una hora antes del inicio del partido y media hora después del pitido final, se sigue reforzando la explanada de San Mamés para la cita que tiene lugar el 21 de mayo de este año.

Los altercados del encuentro disputado el pasado 13 de marzo concluyeron con catorce personas detenidas –y una más investigada– y más de una decena de ertzainas resultaron heridos. Para redimirse de las imágenes vividas hace dos semanas habrá una nueva oportunidad el próximo 17 de abril. Será en el partido de vuelta de cuartos de final de la Europa League contra el Rangers.

Requisitos

Teniendo en cuenta los requisitos de la UEFA y, tal y como sucede en todas las finales que organiza el máximo organismo del fútbol europeo, este anillo perimetral permitirá descargar la presión de las y los aficionados de las puertas de La Catedral. Esto se debe a que en el acceso al mismo se llevará a cabo la primera validación de las entradas y la retirada de todo elemento que, por razones de seguridad, no puede ser introducido en el campo.

La ampliación comenzaron a llevarla a cabo el pasado viernes, 21 de marzo Aitor García Morán

Entre las especificaciones técnicas y de montaje del anillo, que cuenta con un presupuesto de 532.000 euros, debe estar construido de material robusto y sólido que evite la posibilidad de que pueda ser tumbado por el efecto de empuje de un grupo amplio de personas.

Además, deberá ser de fácil montaje y desmontaje; estructuras de fácil manejo, apilado y gestión de su transporte. Los cierres deben medir entre 2,25 y 2,5 metros. Por otro lado, la zona de puertas deberá constar de 127 huecos de acceso, de al menos ochenta centímetros de anchura cada una.