El broche acorde a un año histórico para el Athletic

El derbi de El Sadar reclama un broche acorde al gran año natural del Athletic. Derrotar a Osasuna equivale a poner una distancia considerable respecto a uno de los conjuntos que pugna por establecerse entre los destacados de la categoría. Significaría además acabar a dos puntos del último registro logrado en la jornada que marca el ecuador del campeonato de liga y conservar la misma posición. Un éxito, habida cuenta el denso calendario gestionado desde septiembre por culpa de la media docena de compromisos de Europa League disputados.

Finaliza 2024, año histórico por la consecución del título de Copa que se había resistido durante cuatro décadas y la plaza continental, convertida en un sueño imposible desde la campaña 2016-17. Y ello coincide con un momento de pujanza que augura emociones de similar intensidad en los meses venideros. El futuro inmediato no va a decidirse esta tarde, se trata de un eslabón más en una cadena que ha instalado al Athletic en una dinámica reservada a una minoría. Con tres derrotas en los 24 partidos celebrados desde agosto, ninguna desde el 6 de octubre, los rojiblancos llegan a Iruñea con sensaciones óptimas, la plantilla al completo disponible y al cabo de una semana limpia, que han aprovechado para recuperar energía y preparar convenientemente la cita.

Afirmar que la totalidad de los factores que concurren beneficia los intereses del Athletic parece adecuado, con una salvedad: le espera un adversario que también está carburando a satisfacción. Aunque sea a un nivel inferior. El proyecto liderado por Vicente Moreno está dando continuidad al período de bonanza vivido por Osasuna bajo la dirección de Jagoba Arrasate. Y es en campo propio donde se expresa con mayor contundencia y fiabilidad. De hecho, su estadística como local es casi calcada a la del Athletic: un triunfo menos, idéntico número de empates y de derrotas.

Cierto es que el balance más reciente de los rojillos ha experimentado un bajón, al enlazar cuatro igualadas, circunstancia que coincide con la baja por lesión de su fichaje estrella, el extremo Bryan Zaragoza, que tampoco actuará hoy, como sucede con el central Catena, sancionado. Moreno busca una fórmula que compense la ausencia del delantero cedido por el Bayern Munich y anuncia una variante respecto a jornadas precedentes. Pudiera ser el desplazamiento de Aimar Oroz a la banda izquierda. Por lo demás, el entrenador valenciano no es muy amigo de alterar la fisonomía de su once.

Algo que sí ocurrirá con la formación del Athletic. Dejando a un lado la incógnita de la portería, a la que en principio aspiran Simón y Agirrezabala, las novedades afectarán a todas las líneas. En la rotación habitual de los centrales, se prevé que Yeray supla a Paredes para acompañar a Vivian. De Marcos se mantendría en la derecha y Yuri se ubicaría en el lado opuesto, relegando a Adama al banquillo, pese a ser un día de singular trascendencia para el joven.

Galarreta es inamovible en la zona ancha y Prados se perfila como el escogido en vez de Jauregizar, titular en los dos últimos encuentros. Y en las demarcaciones ofensivas, se da por supuesto que en las alas repetirán los hermanos Williams y que tanto Sancet como Guruzeta participarán de inicio en lugar de Unai y Berenguer.

De confirmarse lo apuntado, el Athletic actuaría con la que muchos catalogarían como la alineación de gala, a pesar de que hasta la fecha los hombres mencionados nunca han coincidido de entrada. Un dato curioso quizás, que se entiende a partir de las frecuentes variantes que Valverde ha empleado en la idea de repartir esfuerzos y garantizar en la medida de lo posible la frescura y el nervio que exige su propuesta, así como por las lesiones.

El plan será el de siempre, presionar alto, tomar la iniciativa y acceder sin rodeos a zona de remate. Y no descuidarse, lo cual se traduce en impedir que Budimir sea abastecido. Osasuna tiene una dependencia exagerada de su ariete, que acumula una decena de goles, siete de ellos firmados en El Sadar. Con decir que Torró, Bretones y Rubén García, con dos por barba, secundan al croata en el capítulo goleador está todo dicho.