Apoteósico final en Lezama para el Bilbao Athletic (2-1)

Los derbis son algo diferente, partidos que se viven de otra forma. El de ayer resultó muy impreciso, con dos contendientes que llegaban con sabor a triunfo. Los cachorros venían en descenso, del que salieron con los tres puntos, y los potrillos en play-off de ascenso. Olabarrieta fue el primero en probar suerte. Se la jugó Ebro en la primera llegada visitante, midiéndose a Orobengoa en carrera dentro del área. Los dos equipos se mostraban muy verticales. Johaneko centró desde la derecha y Hierro se lanzó a impactar con un balón que sacó como pudo Fraga, mostrando sus grandes reflejos.

Había muchas imprecisiones en un juego vibrante. Ochieng no supo aprovechar un regalo de la defensa bilbaina y seguido Orobengoa puso a prueba a Santos por bajo, que también respondió con éxito. Los porteros se hacían grandes y los de casa sufrían demasiado en defensa. Era un duelo con alternativas. Ochieng finalizó junto al palo ante la oposición de Ebro y un balón de Goti desde la izquierda no encontró dueño. La Real B llegaba al descanso pisando más el área rival.

Tras el paso por los vestuarios, Jokin Aranbarri se la jugó arriesgando a cambiar sus bandas. Le salió bien, aunque tuvo que esperar al final. Una jugada por la izquierda de Mikel Rodríguez acabó con el rechace entre Santos y Duñabeitia para que Beitia lograra el 0-1.

Los cachorros tenían media hora para reaccionar. Oyono, que había entrado al terreno de juego minutos antes, finalizó contra la defensa visitante. Azkune, a la media vuelta, tuvo el empata a pocos centímetros. El Bilbao Athletic buscaba la igualada a la deseperada. Un agarrón de Lebarbier sobre Aguilar dentro del área no lo estimó el colegiado. Fraga evitó el empate en una falta lateral.

Merecía el empate el conjunto rojiblanco. Un centro de Johaneko lo empalmó en la izquierda Aguilar igualando el marcador. Y cuando empezaba la prolongación, en un gran movimiento de killer, Oyono logró el segundo de cabeza, desatando la fiesta en la grada.