Dicho y hecho. Tal como avanzó Ernesto Valverde el sábado en Lezama, Julen Agirrezabala se ató los guantes en la exigente visita liguera al Real Madrid para sumar minutos y sensaciones de cara a la final de Copa de este sábado ante el Mallorca. Lo mismo hizo un día antes en Mestalla el eslovaco Dominic Greif, quien defendió la portería del conjunto balear frente al Valencia pese a ser el suplente habitual de su equipo en liga. Javier Aguirre, al igual que Valverde, optó así por dar la alternativa al guardameta por el que apostará en La Cartuja, quien completó dicho sea de paso una soberbia actuación para que el Mallorca firmara un 0-0 con sabor a triunfo. 

Agirrezabala, vestido de verde en la que fue también su primera titularidad del curso en el campeonato de la regularidad, no corrió la misma suerte en el Santiago Bernabéu, donde no pudo evitar que el Real Madrid se adjudicara los tres puntos en juego gracias al doblete de Rodrygo. En el minuto 8 abrieron el marcador los de Carlo Ancelotti, que se valieron de la primera gran acción individual de la noche del brasileño para adelantarse en el luminoso. Recibió el atacante un envió lejano de Brahim, condujo el esférico, recortó hacia dentro y armó la pierna derecha desde la frontal del área para conectar un disparo con rosca al que no consiguió dar respuesta Agirrezabala.

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Intentó sacar el balón a mano cambiada el guipuzcoano, que no acertó en la estirada, si bien se trató de una acción rápida y de manifiesta exigencia. Sereno como de costumbre, el ‘13’ del Athletic sí respondió a las dos siguientes ofensivas del Real Madrid previas al segundo tanto de Rodrygo. Kroos y Valverde, ambos desde fuera del área, probaron fortuna antes del descanso sin poder perforar las redes de Agirrezabala, quien atajó sin excesivos problemas el chut del alemán para firmar minutos después una gran parada a disparo del uruguayo. 

Con una formidable manopla abajo consiguió evitar momentáneamente el 2-0 el portero rojiblanco, que vio tras la reanudación cómo Brahim, en posición escorada, se le plantaba delante en una clara ocasión de gol. El poste derecho de la portería evitó que el Real Madrid doblara su ventaja en el marcador, lo cual terminó por ocurrir irremediablemente en el minuto 73. Rodrygo, en otra gran jugada individual, alcanzó el área del Athletic y fulminó en la corta distancia al cancerbero donostiarra con un disparo ante el que nada pudo hacer. Fue el cuarto y último remate entre los tres palos del Real Madrid, que no necesitó más para imponerse en un partido con amargo desenlace para los bilbainos en el plano colectivo y en el individual para Agirrezabala, quien había encajado tres goles en sus siete apariciones en Copa.

La exigencia

Con la final ya entre ceja y ceja después del duro y exigente test de anoche en el Santiago Bernabéu, el guipuzcoano afronta la semana más importante de su todavía corta carrera profesional rumbo a La Cartuja, donde tendrá el privilegio y la responsabilidad de defender la portería del Athletic. Cuestionado por su actuación anoche, Valverde señaló que “era un partido comprometido y le he visto bien. Nos interesaba que jugara por la exigencia que iba a tener”.