La UEFA presenta la final de Champions femenina de San Mamés

Así pues, los ánimos están altos. Tanto que desde la UEFA esperan “romper el récord de asistencia de una final de Champions femenina”. Una cifra que está situada en las 50.112 personas que acudieron en 2012 al estadio olímpico de Múnich, con capacidad para más de 60.000 asistentes. Así pues, San Mamés se encuentra ante una gesta muy ambiciosa ya que su récord particular se produjo el pasado jueves 29 de febrero, en la vuelta de las semifinales de Copa ante el Atlético de Madrid, cuando 52.091 hinchas vieron cómo los leones se comían a los de Simeone. De esta forma, para romper todos los registros de una final de Champions femenina La Catedral tendría que recibir la tercera mejor entrada de su historia en un partido de fútbol -lo del rugby ya es otra historia-.

“La final se celebrará además en un estadio tan grandioso como 'La Catedral', en la casa de uno de los clubes más únicos y singulares del fútbol europeo"

Nadine Kessler - Máxima responsable del fútbol femenino de la UEFA

Sin embargo, los organizadores no quieren que la final de esta Champions sea tan solo la disputa de un partido de fútbol entre los dos mejores equipos del continente, sino que buscan que sea la fiesta del fútbol femenino. Uno de esos pasos que han de seguirse dando hacia la igualdad y hacia valores como “el respeto, la inclusión y la diversidad”. Por eso, a la presentación de este encuentro fueron invitadas protagonistas pasadas, presentes y futuras del fútbol femenino, como Irene Paredes. La campeona del mundo reconoció que ella también fue “esa niña que soñaba con jugar finales de Champions y partidos en lugares como San Mamés y por eso me siento orgullosa de pertenecer a la generación que está cambiando las reglas del juego, pero es que también estoy orgullosa de las que lucharon antes que yo para llegar hasta aquí”.

Una de ellas fue, sin dudas, Ana Astobieta, la primera entrenadora de fútbol de Euskadi, para quien “es un honor ver cómo San Mamés va a ser el espejo a nivel continental de una competición tan exclusiva. Es un sueño tener un partido de primera línea y en un estadio excepcional”. Para ella, este evento “significa que hay avances pero también que hay que seguir promocionando el fútbol femenino a nivel federativo e institucional”.

Una final de Champions que todas soñaban

De igual opinión fueron Dafne Triviño, directora deportiva del Alavés, para quien esta final “es el colofón de un año estelar donde se ha conseguido un Campeonato del Mundo y una clasificación olímpica y Euskadi tiene mucho que decir en esto”; y Aintzane Encinas, exjugadora de la Real Sociedad, para quien una final de Champions en San Mamés es “un evento al que soñaba llegar cuando jugaba pero al que pueden aspirar las jugadoras de hoy en día y eso es un éxito para todos”. Por último, Arantza Gallastegui, colegiada de la Liga F, puso voz a todas las árbitras: “Esto también acercará nuestra labor al público para que cada vez haya más niñas que quieran ser árbitras”.