El Mallorca pone rumbo a la final de Copa de La Cartuja. El conjunto de Javier Aguirre, la revelación del torneo, asaltó Anoeta ante un rival al que se le aguó la fiesta ante su público. Una intensa eliminatoria que se decidió en la tanda de penaltis. Gio adelantó a los bermellones al comienzo de la segunda parte y Mikel Oyarzabal, saliendo desde el banquillo, metió a los donostiarras en el encuentro. Pero fueron los lanzamientos desde los once metros los que decantaron la balanza del lado visitante, que hizo pleno de aciertos.

Imanol Alguacil, que tiró de rotaciones el viernes pasado en la derrota ante el Villarreal, salió con su once titular más en forma. La gran incógnita era la entrada o no de inicio de Mikel Oyarzabal, que esperó su turno desde el banquillo. Tampoco se guardó mucho Javier Aguirre en el conjunto bermellón, a excepción de Sergi Darder y Vedat Muriqi, suplentes en el Reale Arena.

Con el 0-0 de la ida de hace tres semanas muy presente, el duelo arrancó siguiendo el guion esperado. Poco riesgo por ambos bandos y más disputa que otra cosa. La Real, que desde hace semanas evidencia una falta de finura en la creatividad, con la pólvora mojada (dos goles en los seis últimos partidos), no conseguía meterle mano al Mallorca. Y los baleares, cómodos en defensa, con las líneas juntas, tampoco probaron a Remiro.

Faltas, interrupciones constantes y disputas aéreas. Ese fue el espectáculo que ofrecieron en el descorche de la noche los 22 futbolistas sobre el verde al público entregado del Reale Arena. Muchos de los aficionados txuri-urdin se iban haciendo a la idea de que la eliminatoria podría ir más allá del tiempo reglamentario.

El primer disparo a portería se registró en el minuto 28. Un balón centrado, a las manos de Dominik Greif, que Arsen Zakharyan probó desde el borde del área. Casi media hora de juego insulsa. Respondió Abdón Prats poco antes de llegar al descanso. El pichichi de la presente edición de la Copa, empatado con Asier Villalibre con seis goles, no encontró los tres palos en un ataque directo del Mallorca. Poco después llegó una de las jugadas clave de la ronda.

Brais Méndez falla un penalti antes del descanso

Una mano tonta de Raillo terminó en un penalti accidental a favor de los donostiarras. Zubimendi metió el balón al área, que impactó en el brazo despegado del capitán visitante. Sin Oyarzabal en el campo, fue Brais Méndez el que lanzó desde los once metros. Y el gallego no lo pudo tirar peor. Centrado y flojo, Greif repelió el disparo con los pies (la tercera pena máxima que desperdicia Brais en lo que va de curso en otros tantos intentos). El portero eslovaco evitó un tanto que a buen seguro hubiese hecho mella a los del ‘Vasco’ Aguirre, cuyo plan seguía vigente.

En la reanudación, Imanol movió su primera ficha. André Silva se quedó en la ducha tras otra floja actuación y su lugar en punta lo ocupó Sheraldo Becker. Pero la puesta en escena de la Real no fue la deseada. Cinco minutos después de que arrancara el segundo acto, el Mallorca cantó bingo. Una buena combinación por la banda izquierda, terminó con un gran centro de Jaume Costa que encontró en el segundo palo la entrada portentosa de Giovanni Rodríguez. El uruguayo conectó un cabezazo cruzado, imposible para Remiro. Máxima efectividad de los bermellones, que puso en alerta a los locales.

Oyarzabal, al rescate

La Real, que hasta entonces no había enlazado dos ataques con peligro, comenzó a subir las revoluciones. Gio evitó un gol cantado de Kubo antes de que Oyarzabal, el mismo que levantó la Copa en la final de 2021 ante el Athletic, ingresara en el terreno de jugo por Zakharyan. La afición recibió a su capitán como si fuese su salvador. Y así lo fue, todo hay que decirlo. El Mallorca, especialista en aplicar formol al juego, replegó con nota en todas la contras donostiarras. Hasta que surgió Mikel Oyarzabal.

Ocho minutos después de entrar al campo, en uno de los primeros balones que llegó a sus dominios, el ‘10’ de la Real, después de un buen pase en profundidad de Brais Méndez, la cruzó con la pierna derecha ante un Greif incapaz de responder.

El gol dio alas a los txuri-urdin. Empezó otro partido. Kubo, Merino, Becker y compañía se soltaron. Y el Mallorca, achicando balones como podía. Un monólogo de los guipuzcoanos que se extendió en el cuarto de hora final. Javier Aguirre firmaba la prórroga, incluso la tanda de penaltis. Más cuando vio la estirada de Greif a un disparo mordido de Becker. No fue el 2-1 de milagro. Fueron los mejores momentos de la Real, que olió sangre. Estuvo cerca de evitar la prórroga Jaume Costa, que no acertó en terminar un contragolpe derivado por un tropiezo de Traoré. Pero el duelo se fue a la media hora extra.

Gol fantasma

La prórroga comenzó con la misma inercia. La Real, con Becker como puntal, apretó. Aquí apareció la figura salvadora de Samu Costa. El bermellón sacó hasta en dos ocasiones el balón de la línea de gol. La segunda, con un hombro increíble. Una jugada que el VAR estuvo revisando tres interminables minutos. Pero el esférico no entró. En la segunda parte de la prórroga pesó el miedo a perder y así se llegó a la tanda de penaltis, donde el Mallorca salió victorioso. Solo Oyarzabal falló su lanzamiento.

La ficha del partido

REAL SOCIEDAD: Remiro; Traoré, Zubeldia, Le Normand, Galán (Min. 91, Tierney); Zubimendi, Merino (Min. 104, Olasagasti), Brais (Min. 79, Turrientes); Kubo (Min. 104, Sadiq), Silva (Min. 46, Becker) y Zakharyan (Min. 63, Oyarzabal).

MALLORCA: Greif; González, Valjent, Raillo, Copete, Costa (Min. 99, Darder); Samu (Min. 105, Mascarell), Sánchez (Min. 71, Morlanes), Rodríguez (Min. 99, Lato); Prats (Min. 62, Muriqi) y Larin (Min. 105, Radonjic)

Goles: 0-1: Minuto 50; Gio Rodríguez. 1-1: Min. 71; Oyarzabal.

Tanda de penaltis: Oyarzabal, falla. 0-1:Muriqi;1-1:Turrientes;1-2:Morlanes:2-2:Olasagasti; 2.3: Mascarell;3-3:Zubimendi; 3-4; Radonjic; 4-4: Becker. 4-5: Darder.

Árbitro: Gil Manzano (Comité Extremeño). Mostró tarjeta amarilla a Copete, Costa y Le Normand.

Incidencias: Partido de vuelta de la primera semifinal de Copa disputado en Anoeta ante 35.781 espectadores, entre ellos medio millar de aficionados del Mallorca. Su Ta Gar actuó en los prolegómenos.