El derbi vasco es uno de los partidos más importantes del año para todos los aficionados del Athletic y de la Real Sociedad. Sin embargo, la victoria de los leones supuso un día inolvidable para un athleticzale muy especial. Andrés es un joven de Murcia que se desplazó hasta Bilbao para disfrutar de un partido de su equipo. La historia de Andrés es un ejemplo de superación. Y es que este joven sufre una enfermedad congénita que le genera una hipertensión muscular, impidiéndole andar con normalidad.
Esta es la tercera vez que Andrés acude a la Catedral aunque nunca ha conseguido terminar de ver un encuentro allí debido a los fuertes dolores que le causa su enfermedad. "He estado trabajando durante meses con fisioterapeutas para poder venir aunque sea en silla de ruedas, poder volver a San Mamés es algo que nunca me había esperado", afirma. Aunque en un derbi vasco, la tensión puede ser palpable entre las dos aficiones, Andrés espera que "más allá del resultado, la gente se quede con lo bonito del día".
Este joven murciano ha decidido estudiar fisioterapia ya que su sueño es ayudar a otros jóvenes con problemas similares al suyo. "Yo siempre he querido luchar por algo que me apasiona", afirma. Tras doce operaciones, muchas horas de rehabilitación y cientos de kilómetros, Andrés consiguió disfrutar del "estadio del equipo de su corazón" desde el césped antes de verles ganar a su eterno rival.