Ipurua ya no es lo que era. Cómo hemos cambiado. Aquella banda de los banquillos, impracticable durante años, por aquello de que el sol no alcanza para brillar sobre la misma, es ahora la envidia de muchos campos, perfecta, incluso en jornadas como las de ayer, en la que la lluvia cayó de lo lindo sobre muchos rincones de Euskal Herria. También en Eibar y, por ende, en Ipurua, donde en esa misma banda precisamente, a escasos centímetros de la línea, pues el área técnica del campo del Eibar da para lo que da, coincidieron Ernesto Valverde y Joseba Etxeberria. Maestro y alumno en la actualidad; compañeros de equipo en el pasado y también de viaje, pues el guipuzcoano acompañó a Txingurri como parte de su staff en la inolvidable andadura del curso 2013-14, la que llevó al Athletic a la Champions. Ayer, el maestro noqueó al alumno, a lo Tayson. Tres golpes en 40 minutos fueron suficientes para decantar la eliminatoria a favor de los rojiblancos, que siguen con su inmaculada trayectoria copera a partido único y esperan ya rival en octavos.

No fue el partido más brillante del Athletic, ni mucho menos, e incluso estuvo a merced del Eibar durante un buen puñado de minutos de la primera mitad, hasta el punto de que Julen Agirrezabala tuvo que lucirse en el mano a mano ante Jon Bautista –el canterano de la Real del que se llegó a decir años atrás que recalaría en Bilbao por un auténtico pastizal…– pero si de algo está presumiendo el equipo en lo que va de campaña es de efectividad ante la portería contraria. Y contra el Eibar, como anteriormente frente al Rubí y el Cayón, en las dos rondas coperas previas, volvió a hacer gala de ello.

Lo hizo, además, con dos futbolistas sobre los que se pusieron muchos de los focos desde el mismo momento en el que se conoció la alineación. Es posible que la presencia de Asier Villalibre e Iker Muniain en el once pillara a mucha gente por sorpresa, pues cabría pensar que otros futbolistas, como Alex Berenguer o Raúl García, contaban con serias opciones de salir de inicio, pero el capitán y el delantero fueron dos de las cinco novedades que introdujo Valverde, que dispuso un bloque bastante reconocible. Ventajas de no volver a jugar hasta el próximo sábado, cuando la Real Sociedad visitará San Mamés.

En una temporada complicada a título personal, en la que ha perdido mucha de la presencia que sí ha tenido en las campañas más recientes, Muniain fue el fiel reflejo de la ambición de este Athletic. No es fácil jugar después de cuatro partidos sin salir del banquillo y en una cita como la de ayer, con el rival mordiendo por cada balón, pero el capitán dio un golpe sobre la mesa y desde el costado zurdo, si bien cayó continuamente al medio, condujo muchas de las acciones de peligro del Athletic. Por si fuera poco, se regaló un golazo en una acción que él mismo inició y que culminó con un remate de calidad con la zurda.

El navarro marcó el segundo tanto de los leones, cuyo marcador inauguró un combativo Villalibre. Si la de Muniain no está siendo una temporada sencilla, qué decir del atacante, deseado por el Eibar, entre otros, y que está encontrando en la Copa un escenario en el que reivindicarse. Anotó dos goles y son ya cinco, cuatro de ellos en el torneo del K.O., lo que suma en un curso en el que está viendo puerta cada 70 minutos de juego. Una excelente noticia.

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Que pase el siguiente camino de la final de Copa del 6 de abril en el estadio de La Cartuja de Sevilla.

La cifra

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El Athletic suma y sigue en Copa. El conjunto que dirige Ernesto Valverde le tiene tomada la medida a las eliminatorias a partido único y ayer, frente al Eibar, enlazó con éxito su vigésimo tercera ronda de este estilo. Los leones cayeron a un único encuentro por última vez en la temporada 2003-04.