Resulta una obviedad, sí, pero el Estadi Olímpic Lluís Companys no es el Camp Nou. Aunque el verano parece que a ratos parece no querer huir de Barcelona, a la montaña de Montjuic el viento llega frío; tampoco acompaña el ambiente, mucho más apagado que en el estadio donde el Barcelona ha venido jugando en las últimas décadas y que ahora vive una profunda remodelación. Ya avisó Ernesto Valverde en la previa del choque de que con la llegada del invierno el frío se iba a hacer notar en la nueva casa del conjunto azulgrana y, aunque aún queden un par de meses para la llegada del mismo, el corazón de los futbolistas rojiblancos se quedó helado tras encajar una nueva derrota, la enésima en una visita al Barça. Da igual el escenario, el Camp Nou o el Estadi Olímpic Lluís Companys, incluso si el Athletic cediera su campo al Barcelona para que este jugara allí como local, no habría manera de que los bilbainos les ganaran. Y ya van 22 largos años.
Los pupilos de Valverde cayeron derrotados pese a disputar una gran primera mitad. De hecho, la sensación al descanso del encuentro era la de un partido abierto, capaz de decantarse para cualquiera de los dos lados, cuestión que evitaron dos de los mejores porteros del panorama mundial: Marc-André Ter Stegen y un Unai Simón que muy probablemente atraviesa por el momento más dulce de su aún no muy longeva trayectoria deportiva. Ambos evitaron con la pierna izquierda que Barcelona, primero, y Athletic, después, se adelantaran en el marcador en una primera mitad jugada con mucho ritmo en la que los laterales, especialmente en defensa, fueron los grandes perjudicados.
Claro que una cosa son las sensaciones y otra la realidad, que golpeó con toda su crueldad a la tropa de Valverde en el tramo final del encuentro. Podía pasar, pues al descanso quedaba un mundo por delante, toda la segunda parte, y como parece una misión imposible que el Athletic pueda volver a ganarle al Barça actuando como local, tuvo que aparecer el debutante Marc Guiu para superar a un enorme Simón, que pese a desviar el balón, no le alcanzó para que este no se colara mansamente en el fondo de su portería.
Ahí se acabó un encuentro que comenzó torcido para el Athletic y que se complicó más aún cuando antes de la primera media hora de juego cayó lesionado Yuri Berchiche. Si en la última acción del calentamiento, en un golpeo a portería fue Ander Herrera, que iba a ser titular, quien notó unas molestias y no pudo ni siquiera sentarse en el banquillo, dejando su hueco en el once a Iñigo Ruiz de Galarreta; con el choque ya en disputa fue el lateral izquierdo quien no pudo continuar. Si no quieres una taza, toma taza y media.
Fin a la buena racha
La derrota en casa del Barcelona impidió que le Athletic siguiera con su buena tras la reanudación de la liga después de un parón por las fechas FIFA. Hasta caer anoche frente al conjunto azulgrana los leones llevaban 27 encuentros sin conocer la derrota después de que la competición volviera a su ser tras los partidos de las selecciones. Esa misma cifra, 27, son los choques que, desde el lejanísimo mes noviembre de 2001, ha enlazado ya sin ganar el Athletic en sus visitas al equipo culé. La cosa da para una profunda reflexión, o no. Quizá simplemente sea una misión imposible, porque oportunidades para ganar ha habido en estos 22 años. Lo cierto, visto el choque de ayer domingo, es que da igual el escenario. Ni en el Camp Nou ni en Montjuic.
La cifra
27
El Athletic enlazó su vigésimo séptima derrota consecutiva ante el Barcelona jugando en la ciudad condal. Los rojiblancos, que han sufrido todo tipo de derrotas desde que vencieran por última vez al equipo azulgrana en noviembre de 2001, hicieron una meritoria primera parte, pero sucumbieron en la segunda.
